LUXEMBURGO.- Un total de 11 países de la Unión Europea -entre los que se encuentran España, Italia,
Alemania y Francia- han acordado este martes tras meses de debates
infructuosos avanzar en solitario en la creación de una tasa a las
transacciones financieras internacionales, cuyo objetivo es frenar la
especulación y hacer que la banca asuma parte de los costes de la
crisis.
El resto de Estados miembros se queda fuera de esta "cooperación reforzada" por considerar que la tasa provocará que la industria financiera se deslocalice fuera de la UE. "No estamos en contra de las tasas al sector financiero", ha dicho el ministro británico de Finanzas, George Osborne, que lidera a los países de este grupo.
"Pero nuestra posición es que sólo consideraremos sumarnos si todos los centros financieros del mundo la implantan, como Nueva York, Singapur, Shanghái y Hong Kong", ha alegado Osborne durante el debate público.
El lanzamiento de la "cooperación reforzada", mecanismo que
permite sortear el veto de países como Reino Unido, exigía la
participación de al menos nueve Estados miembros. Hasta ayer, Alemania y
Francia, promotores de la iniciativa, habían logrado convencer además a
Portugal, Grecia, Eslovenia, Bélgica y Austria.
España e Italia, que en los debates anteriores habían
anunciado que participarían en la tasa, se han resistido hasta el último
momento. De hecho, el ministro de Economía, Luis de Guindos, no quiso
adelantar ayer cuál sería la posición del Gobierno.
Pero en el debate de este martes han acabado sumándose otros cuatro países: además de Madrid y Roma, Estonia y Eslovaquia.
Según la propuesta de Bruselas, la tasa gravaría con un tipo del
0,1% las compraventas de acciones y bonos y con un tipo del 0,01% las de
derivados. El nuevo impuesto, si se hubiera implantado en toda la UE,
generaría unos ingresos de 55.000 millones de euros al año, y la
Comisión quiere dedicar una parte a financiar el presupuesto de la UE.
Tanto Reino Unido como Polonia, que tampoco quieren implantar la
tasa, han anunciado que no obstaculizarán su puesta en marcha en los
países que así lo deseen, pero Osborne ha avisado de que podría provocar
pérdidas por valor del 3,5% del PIB.
La puesta en marcha de la denominada tasa Tobin volverá a
discutirse en la reunión de ministros de Economía del 12 de noviembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario