miércoles, 3 de octubre de 2012

La decisión sobre el rescate será "la mejor para España" y sus socios

MADRID.- El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha reiterado este miércoles que la decisión que adopte el Gobierno español sobre un posible rescate será "la mejor para España y para el conjunto de los socios" europeos, y ha insistido en que "sería una irresponsabilidad tomar una decisión, en una dirección o en otra, sin tener todos los elementos perfectamente conocidos, todas las implicaciones, no sólo para España sino para el conjunto de la unión monetaria".

   Así se ha pronunciado durante su comparecencia ante la comisión del ramo en el Congreso, después de que todos los portavoces de la oposición reclamaran explicaciones sobre la decisión que adoptará el Ejecutivo de pedir un nuevo rescate económico a la UE.
   "El Gobierno, conociendo todos los elementos, tomará la mejor decisión para España y para el conjunto de socios europeos. Y debe ser tomada desde el punto de vista de la percepción y el conocimiento global de todos los elementos involucrados. Eso es lo que estamos haciendo. Y no creo que en esta situación haya incertidumbre, en absoluto. Sería una irresponsabilidad tomar una decisión en una dirección u otra sin tener todos los elementos perfectamente conocidos, sus implicaciones, no sólo para España, sino para el conjunto de la unión monetaria", ha afirmado De Guindos.
   Además, ha precisado que la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de articular un mecanismo de compra de deuda soberana en los mercados secundarios responde a una diferencia "injustificada" entre las primas de riesgo de los diferentes estados miembros, derivadas de "las dudas sobre el futuro del euro".
   "Esos diferenciales dificultaban la política monetaria: cuando el BCE baja los tipos de interés existiendo una fragmentación de los mercados de capitales los impulsos de la política monetaria no se transmiten de forma equitativa. Para solucionar la situación, el BCE crea este programa argumentando, con toda la lógica, que es un instrumento monetario, no fiscal", ha apuntado.
   En este sentido, ha señalado que de esta manera el BCE está "preparado para actuar" cuando algún país lo necesite con arreglo a unos "compromisos de actuación" y unas condiciones que se limitan "a lo que ya tenemos por el procedimiento de déficit excesivo y por el Semestre Europeo". "En el Memorándum de Entendimiento (MoU) no hay ninguna condición macroeconómica, todas son estrictamente bancarias", ha reiterado.
   A renglón seguido, el titular de Economía ha avanzado que la primera reunión del MEDE --que sustituirá al actual Fondo de Estabilidad-- se producirá el lunes en Luxemburgo. Con este procedimiento se da el primer paso de la unión bancaria, que el Gobierno "apoya porque es buena para el futuro de la unión monetaria y del conjunto de la UE".
   "No se puede tener una política monetaria única sin una integración en otros ámbitos como el bancario. Ya sé que hay debate, en Europa siempre hay debate. Pero no tengan la menor duda de que al final se tomarán las decisiones adecuadas", ha afirmado, apuntando que lo que se defiende con la unión bancaria no es la necesidad de recapitalizar a las entidades españolas, ya que la cifra equivale únicamente al 4% del PIB, sino que esa defensa se debe a que la unión bancaria "es buena" para todos los miembros de la Eurozona.
   Durante su última réplica, De Guindos ha insistido en que con el rescate bancario se han atajado los problemas de contagio de inseguridad del 30% del sector bancario que tenía problemas a finales de año al 70% restante, y ha defendido que la inyección final que necesitarán las entidades españolas "no es comparable" a la inyección de fondos públicos que se han hecho en otros países.
   "Ojalá lo hubiéramos hecho cuando lo hizo todo el mundo, en 2008 o 2009, cuando no existía ese diferencial (entre la deuda española y la alemana) y el ratio deuda pública-PIB era del 40%. Además, aunque ahora no sea mucha la cantidad de los costes y las condiciones de la recapitalización, la presión que ejercerá sobre el sector público y el contribuyente será mucho menor que la que tuvimos con el endeudamiento que acumuló el FROB para conseguir en los mercados los 15.000 millones anteriores", ha zanjado el ministro.
   Frente a estos argumentos, el portavoz económico del PSOE, Valeriano Gómez, ha interpelado directamente al ministro. "¿Nos van a rescatar mañana, o pasado, o al otro? ¿Qué quiere hacer el Gobierno? ¿Quiere o no quiere el rescate, el segundo en nueve meses de legislatura? Son las preguntas que hoy se hace la inmensa mayoría de los ciudadanos", ha dicho el diputado.
   El socialista ha reclamado asimismo una renegociación del MoU con la UE, dado que finalmente España deberá pedir en torno a 40.000 millones de euros para recapitalizar la banca, menos de la mitad de los 100.000 millones de euros concedidos con Bruselas.
    Por su parte, Josep Sánchez Llibre (CiU) ha reclamado al Ejecutivo la "máxima transparencia, firmeza y urgencia" para pedir el rescate, "si es que se ha de pedir".
 "La eventual solicitud se ha convertido, desgraciadamente, en una partida de mus para ver qué parte enreda más a la otra parte, y entendemos que esto no es bueno y que, más que tranquilizar a los mercados, los desorienta", ha advertido.
   Asimismo, ha expresado la "preocupación" de los nacionalistas catalanes con el retraso en la puesta en marcha del MEDE, porque provocará que tanto el déficit como la deuda generados por las ayudas públicas al sector financiero vayan a computar en las cuentas públicas, algo que "inicialmente no estaba previsto".
   El diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) Joan Coscubiela ha lamentado que el rescate bancario no fuera debatido en el Congreso, reclamando que si finalmente se acude a un rescate económico más general los grupos parlamentarios sí tengan ocasión de pronunciarse al respecto.
   Asimismo, ha exigido a De Guindos que se "comprometa a que los pensionistas nO vean devaluadas sus pensiones como contrapartida al rescate a los bancos", y ha reclamado al ministro que no utilice un "lenguaje esotérico" cuando habla de estos temas, sino que sea más claro y transparente para que los españoles puedan entender lo que está sucediendo.
   Álvaro Anchuelo, de UPyD, se ha preguntado a qué viene el retraso en la solicitud de la ayuda a Europa, después de que el vicepresidente económico de la CE, Olli Rehn, reconociera que Bruselas está "dispuesta a intervenir".
 "Si dice eso será porque ya se saben las condiciones. ¿A qué esperan entonces? ¿Tiene España margen para influir en esas condiciones o están esperando sólo a que alguien las comunique", ha preguntado.
   "Esperamos sinceramente que esta dilación en la toma de decisiones no tenga nada que ver con las elecciones gallegas, ni vascas ni catalanas. El Gobierno tuvo un respiro cuando llegó al poder que desperdició por esperar a las elecciones (andaluzas y asturianas), y el margen de maniobra cada vez es menor. Esperamos que entre las condiciones que el Gobierno tiene en cuenta para retrasar la petición no se cuenten las elecciones", ha añadido.
   Por su parte, Ana Oramas (CC-NC) ha recordado que "las incertidumbres son malas, y el Gobierno tiene que decidir si va a ir al rescate o no", y ha defendido que esa decisión "no debe ser sólo del Gobierno, sino del país".
 "Y para eso tiene que ser una decisión compartida y asumida por todas las fuerzas políticas del país", ha añadido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario