MADRID.- El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha
afirmado este miércoles ante el Pleno del Congreso que "hoy el euro ya
no está en tela de juicio" y ha advertido que "quien apueste en contra"
de la moneda comunitaria "se equivocará seguro", reprochando a la
oposición que se muestre tan pesimista respecto de la UE.
"Hoy
el euro ya no está en tela de juicio, como hace unos meses. Hoy poca
gente cree que el euro se pueda romper, y quien apueste a que el euro se
rompe se va a equivocar seguro, porque hay una voluntad clara de la UE
de seguir avanzando en la integración, y porque el Banco Central Europeo
(BCE) ha hecho un movimiento muy importante. Hoy el euro no está en
tela de juicio y quien apueste en contra tendrá una rentabilidad muy
baja", ha insistido.
En cualquier caso, ha recordado que sigue
siendo necesario avanzar en la creación de la unión bancaria y fiscal,
pero que también los estados miembros tienen "obligación" de hacer sus
deberes. Aunque ha reconocido que le gustaría que el avance en la
integración fuera "más rápido", Rajoy ha recordado que las decisiones se
toman "por unanimidad de 27 países" y "no es fácil poner de acuerdo a
todos".
"Europa está avanzando, y queremos que siga avanzando, y
es importante que se haga con los máximos consensos posibles. Yo
buscaré el acuerdo y el mayor respaldo (de la oposición en el Congreso)
para el próximo Consejo Europeo de diciembre. Pero lo que se está
produciendo estos días en la UE es bueno para Europa y para España: más
proyecto europeo, más irreversibilidad del euro, es bueno para este
proyecto común", ha insistido.
Respecto de la petición del
rescate bancario, el presidente ha afirmado de forma tajante que "no
conllevará condicionalidad macroeconómica" y que "no hay una decisión
definitiva tomada" sobre la recapitalización directa de las entidades.
"Seguiremos dando la batalla con las armas con las que contamos", ha
añadido.
A
petición de la mayor parte de los portavoces parlamentarios, el
presidente ha vuelto a hacer referencia a lo acordado en el Consejo
Europeo de hace unas semanas afirmando que ha habido un paso adelante en
relación con la unión bancaria, ya que se ha "acordado aprobar el
reglamento de la supervisión única en diciembre" para que pueda entrar
en vigor en 2014.
En este sentido, se ha mostrado comprensivo
con este retraso aludiendo a "razones puramente técnicas" porque poner
en marcha este tipo de mecanismos "lleva su tiempo", pero se ha mostrado
confiado en que el Consejo Europeo de diciembre sí sirva para avanzar
en la toma de decisiones.
Además, ha anunciado que "en fechas
próximas" presentará un documento "sobre unión política" que "seguirá al
ya presentado sobre unión bancaria y fiscal", y ha mostrado la
disposición de "escuchar" a la oposición en lo relativo a la unión
social, ya que a su juicio es necesario "gobernar para personas" y
"hacer lo que se está convencido que es necesario para sacar las cosas
adelante". También ha reconocido que se ha debatido ya "informalmente"
sobre la posibilidad de crear una agencia de calificación europea.
En cualquier caso, ha expresado su coincidencia con el portavoz de CiU,
Josep Antoni Duran i Lleida, en que es preferible que los acuerdos
europeos se desarrollen de forma simétrica, y se ha comprometido con
trabajar "en la medida" de sus posibilidades para conseguirlo, y
defendiendo tanto los intereses de España --como le corresponde en su
papel de presidente-- como los intereses de la UE. "Este Gobierno se
preocupa de los intereses generales de España y del futuro de Europa,
porque nos interesa como españoles y europeos", ha insistido.
En cuanto a los planes para impulsar el crecimiento económico y la
creación de empleo, Rajoy ha reconocido haber hablado con el presidente
del Banco Europeo de Inversiones (BEI) "de forma informal" sobre la
posibilidad de firmar un acuerdo con el Instituto de Crédito Oficial
(ICO) para dar crédito a las pymes, así como sobre la utilización de los
fondos estructurales para fines distintos a los originalmente
definidos.
"Pero todo tiene sus problemas y dificultades,
aunque estamos empeñados en agotar todas las posibilidades que puedan
redundar en beneficio de los intereses de todos los europeos", ha
apostillado, defendiendo no obstante que es "imprescindible" continuar
con la austeridad para reducir el déficit, al margen de que sea lícito
discutir sobre el ritmo de ese ajuste.
Y es que, según el
presidente, las políticas de crecimiento no deben ser "regar dinero",
como hizo el Ejecutivo socialista, sino que son la suma de "muchas
cosas", de las reformas, la mejora de la financiación, el avance en la
integración europea o el anuncio del BCE sobre la compra de deuda
pública. "Hacer la economía más flexible y competitiva es una obligación
de cualquier gobierno responsables y nosotros no vamos a abdicar de esa
obligación", ha reiterado.
No obstante, también ha asegurado
ser "consciente de los efectos que la austeridad produce en el corto
plazo" pero ha insistido en que "no hay alternativa en estos momentos" y
en que los ajustes se están haciendo "de la forma más equitativa
posible".
Por
otra parte, el líder 'popular' ha subrayado también la necesidad de
encontrar aliados para, entre otras cosas, negociar las perspectivas
financieras de la UE, que podrían suponer una reducción de 50.000
millones de euros en las cuentas comunitarias.
"La propuesta
de la CE nos parece razonable, un buen punto de partida. Pero tenemos
que dar la batalla en la defensa de la Política Agrícola Común (PAC) y
la política de cohesión", ha precisado, rechazando la posibilidad de
aplazar o negarse a pagar la deuda pública y asegurando que "2013 será
mejor que 2012" y que en 2014 "habrá ya crecimiento económico".
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