MADRID.- El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha asegurado que no
renuncia a pedir el rescate de España para aliviar la presión sobre la deuda
española si resulta necesario para el país, igual que pidió la
asistencia financiera.
"A mi nadie me habrá odio decir nunca
que yo renuncio a utilizar este instrumento", ha dicho Rajoy en el Pleno
del Congreso, donde ha considerado "muy positivo" que el Banco Central
Europeo (BCE) haya diseñado un instrumento de este tipo para comprar
deuda en el mercado secundario.
El jefe del Ejecutivo ha
señalado que el instrumento "está ahí" y ha pedido a los grupos que
tengan "la total y absoluta certeza" de que lo pedirá si es bueno para
los intereses de los españoles. "Si creo que es necesario, lo haré y lo
explicaré en esta Cámara", ha subrayado.
Sin embargo, el
presidente ha recordado que la petición de ayuda implicaría cierta
condicionalidad, que no se conocen las implicaciones que tendría en la
prima de riesgo y que cualquier país necesita el apoyo unánime de todos
los países de la zona euro.
Previamente a estas declaraciones en le Congreso, fuentes del Palacio
de la Moncloa explicaron que Rajoy no prevé pedir ayuda financiera a la
Unión Europea en lo que queda de año por entender que las necesidades de
financiación están cubiertas.
Este mismo lunes, el jefe del
Ejecutivo aseguró, en su comparecencia conjunta con el primer ministro
italiano, Mariano Monti, que el rescate no es "imprescindible en este
momento" para los intereses generales de los españoles.
En
medio de las especulaciones de las últimas semanas acerca de cuándo
pedirá España esa ayuda, fuentes del Gobierno han subrayado que el
Ejecutivo no prevé hacerlo en el corto plazo mientras la prima de riesgo
siga en los términos actuales y no se dispare.
En el Gobierno
se argumenta que España ya ha colocado alrededor del 96 por ciento de la
deuda que tenía previsto emitir a medio y corto plazo este año. Es más,
recuerdan que el coste de financiación es ahora incluso menor que hace
un año.
Un portavoz oficial del Ejecutivo ha señalado que no
pedir el rescate este año no supone "novedad" ni "cambio" con respecto a
esas manifestaciones del jefe del Ejecutivo hace tan solo dos días
asegurando que no es "imprescindible" en este momento.
Fuentes gubernamentales han insistido en que el rescate no soluciona
los problemas de la zona euro y que lo prioritario tiene que ser avanzar
en la integración europea, en especial en la unión bancaria y fiscal.
En este punto, han recordado que en 1996 la prima de riesgo superaba
los 500 puntos pero la "certidumbre" que ofrecía el proceso de
construcción europea con la llegada del euro ayudó a superar las
dificultades entonces. Ahora tiene que ocurrir lo mismo, en opinión del
Ejecutivo.
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