sábado, 10 de noviembre de 2012

El Plan de competitividad francés generó polémica esta semana

PARÍS.- El gobierno francés publicó esta semana un criticado Pacto de Competitividad el cual contempla conceder cuantiosas ventajas financieras a la empresa privada, aumentar impuestos al consumo y reducir el gasto público. Las medidas se basan en un informe del comisario de inversiones, Louis Gallois, y buscan supuestamente mejorar el desenvolvimiento de la economía gala, afectada por cuatro trimestres consecutivos de estancamiento y la caída de su participación en los mercados internacionales.

El plan anunciado por el primer ministro Jean-Marc Ayrault prevé una inyección financiera de 20.000 millones de euros en créditos fiscales al sector privado durante tres años para reducir sus costos, sobre todo en el renglón de la mano de obra.

Según el jefe de gobierno, esto permitirá reactivar la producción, elevar la competitividad y crear más de 300.000 empleos de 2014 a 2016.

La suma saldría de un ajuste del gasto público por 10.000 millones de euros y el incremento de tributos por una cifra igual, de manera particular con el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

El proyecto fue calificado como un error político por Thierry Lepaon, futuro líder de la Confederación General del Trabajo, la principal agrupación sindical del país.

Gastar 20 mil millones de euros para generar 300.000 puestos de trabajo es demasiado caro porque equivale a casi 70.000 euros por empleo, precisó Lepaon.

El dirigente gremial denunció una campaña liderada por las agrupaciones patronales de culpar a los asalariados por el costo de la mano de obra y de hacerlos pagar la falta de eficacia empresarial con el aumento del IVA.

La Fundación Copérnico, dedicada al análisis de temas económicos, presentó un documento donde asegura que el problema de la competitividad de Francia se debe más bien a la falta de inversión e innovación por parte de los patronos.

El gran olvidado, tanto en el Informe Gallois como en el plan del Gobierno, es el costo del capital, verdadero responsable de la crisis, dicen los autores del estudio.

"Los dividendos y otras ganancias distribuidas en Francia están entre las más elevadas de la Unión Europea, mientras las sumas disponibles para inversiones son de las más bajas", aseguró la Fundación Copérnico.

En tanto, Françoise Neyman, economista del Centro de Estudios Prospectivos e Información Internacional, confirmó que en los últimos años las grandes firmas francesas están más interesadas en dar utilidades a sus accionistas y no en gastar para investigar o mejorar instalaciones.

Esta semana partidos políticos y organizaciones sociales también criticaron el Pacto de Competitividad del Gobierno y consideraron los créditos fiscales de 20.000 millones de euros como un regalo anticipado de Navidad para los empresarios.

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