martes, 13 de noviembre de 2012

Hollande pide a los franceses que lo juzguen en cinco años

PARÍS.- El presidente francés, François Hollande, que lucha con una débil economía y bajos índices de aprobación, prometió hacer más competitiva a Francia e instó a los votantes a que lo juzguen a largo plazo por su éxito en la recuperación del crecimiento y el empleo, no por cambios de ánimo a corto plazo.

En su primera rueda de prensa formal tras seis meses en el cargo, el líder socialista pidió el martes ser evaluado por su capacidad durante los cinco años de mandato para revitalizar a una alicaída industria y frenar una racha de 17 meses de crecimiento en la tasa de paro.
El mandatario descartó rumores de tensiones con Alemania por sus políticas económicas, después de que fuentes del Gobierno alemán dijeran que Berlín está preocupado porque las medidas anunciadas la semana pasada para aumentar la competitividad industrial no sean suficientes.
"Hablamos entre nosotros de manera franca, la canciller (Angela Merkel) y yo, pero no nos damos sermones porque las relaciones francoalemanas no se basan en lecciones, salvo quizás en las lecciones de la historia", dijo Hollande.
"Nosotros en Francia, más que otros, debemos demostrar nuestra seriedad y nuestra competitividad, más que Alemania, y eso es lo que estamos haciendo. Y Alemania (...) debe demostrar su solidaridad, algo que no es fácil cuando un país ha hecho un esfuerzo tan grande para convertirse en lo que es hoy", agregó.
En el único anuncio de política de su rueda de prensa de 143 minutos, Hollande dijo que Francia reconocía a la nueva coalición opositora formada para derrocar al presidente Bashar el Asad como la representante legítima del pueblo sirio y que consideraría armar a los rebeldes si forman un Gobierno de transición en el país.
Destacando que los bajos rendimientos de los bonos franceses mostraban que los mercados confiaban en que sus políticas económicas eran creíbles, Hollande dijo que una medida para financiar descuentos impositivos para las compañías con pequeños incrementos en los impuestos a las ventas debería impulsar la producción preservando el gasto de los consumidores.
"Declinar no es nuestro destino", dijo el presidente galo durante su comparecencia.
"Puedo comprender las dudas que se han expresado. El único interrogante válido, a mi entender, no es el estado de la opinión pública hoy sino el estado de Francia dentro de cinco años", agregó.
La rueda de prensa formal, transmitida en directo por televisión desde un salón del Palacio de El Elíseo, tenía por objeto dar a los votantes desorientados una sensación de autoridad y dirección presidencial.
El presidente intervino desde un atril mientras todo su gabinete estaba sentado a un lado.
Hollande señaló que tener la opinión pública en contra no modificaría su meta de revivir la economía en dos años, en momentos en que los sondeos le dan niveles de aprobación de apenas el 36 por ciento, muy por debajo del 60 por ciento que ostentaba al asumir el Gobierno en mayo.
"La recuperación llevará tiempo, pero creo que podemos lograrla. Quiero que las personas jóvenes estén viviendo mejor en cinco años", añadió.
Reactivar la estancada economía gala y cerrar la brecha de competitividad con Alemania, que está registrando un enorme superávit comercial mientras Francia se hunde aún más en el déficit, se han convertido en los mayores desafíos para Hollande.
El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, explicará las políticas del Gobierno socialista en una reunión el jueves con Merkel en Berlín, y le dirá que Francia realizará las reformas "a su propio ritmo", según un asesor del Gobierno.
El mandatario pidió a sindicatos y empleadores que tomen un "compromiso histórico" en la reforma de los contratos laborales para impulsar el empleo, diciendo que el Gobierno legislaría si ellos fracasan en lograr un acuerdo pero que preferiría que la ley sea producto de las negociaciones.

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