LONDRES.- ¿Será Francia el próximo enfermo de la eurozona? Al menos eso es lo
cree la prensa liberal británica, que ha acabado por enfurecer a los
nuevos dirigentes socialistas franceses. El semanario ‘The Economist’
publica este viernes una provocativa portada con unas barras de pan
(baguettes), liadas con una bandera francesa, como si fueran cartuchos
de dinamita y el título: ‘Una bomba de relojería en el corazón de
Europa”.
El semanario utiliza esta metáfora para denunciar en el texto
interior la falta de reformas de la administración francesa y la
posibilidad de que el país acabe por hundir a toda la zona de la moneda
única.
“Me choca un poco porque no es la imagen que quiero dar de mi país”,
se sorprendió una ciudadana en París. “Pero no estoy tan lejos de
compartir esta opinión ya que me inquieto por la actual situación
económica y no veo en las decisiones que se toman lo que nos permitirá
solucionarlo”.
Según la Comisión Europea, el crecimiento en Francia se limitará
este año al 0,2 por ciento, mientras que el paro no bajará del diez por
ciento. Además, el déficit público debe alcanzar el 90%
del Producto Interior Bruto. Estas cifras, que no está previsto que
mejoren en 2013, alarman en algunas capitales europeas empezando por el
propio gobierno alemán.
En su artículo, ‘The Economist’ incluso considera que España,
Italia, Portugal y Grecia están tomando decisiones más valientes que
Francia. Su presidente, François Hollande, cumplió esta semana sus
primeros seis meses de mandato y afirmó que quería acometer estas
reformas a su propio ritmo y ser juzgado en 2017. Para reducir el
déficit, dos terceras partes se basan en el aumento de impuestos y una
tercera parte en recortes en los gastos públicos. Insuficientes para los
economistas liberales.
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