LONDRES.- La canciller alemana, Angela Merkel, intentará limar mañana miércoles las diferencias que amenazan con hundir un acuerdo presupuestario de la UE y aislar a Reino Unido de su principal socio comercial cuando se reúna en Londres con el primer ministro británico, David Cameron.
Cameron, presionado tras una humillante derrota en el parlamento a
manos de los antieuropeístas de su Partido Conservador, tendrá una cena
de trabajo con Merkel, poco después de amenazar con vetar el plan de
gastos de siete años de la UE para 2014-20.
Hay un creciente descontento entre las autoridades alemanas por
lo que consideran una postura británica algo distante hacia la UE, que
podría llevar a que Londres salga de la unión de 27 países de la que
desconfía su opinión pública y que sus medios ven con escepticismo.
"Esta constante letanía de que debemos hacerlo todo para mantener
a Reino Unido en la UE lleva a un estado permanente de chantaje por
parte de nuestros amigos británicos", señaló el martes el ex embajador
alemán en la UE Dietrich von Kyaw, en un seminario del Instituto de
Política Europea en Berlín, reflejando la exasperación de las
autoridades germanas.
Cameron ha pedido una congelación en términos reales del gasto en
la UE para reflejar las políticas de austeridad nacionales, y de lo
contrario ha amenazado con bloquear el acuerdo, lo que podría frenar un
posible aumento de financiación para los nuevos y más pobres miembros de
la UE en el este de Europa.
También ha levantado algunas ampollas hablando de utilizar una
integración mayor de la eurozona como una oportunidad para recuperar
algunas competencias de manos de Bruselas.
En un velado reproche la semana pasada, Merkel dijo que las
amenazas de veto no ayudan a las tensas negociaciones presupuestarias de
la UE. Alemania es el mayor contribuyente al presupuesto, mientras que
Reino unido, que recibe una devolución anual de sus pagos a Bruselas -el
llamado "cheque británico"- es el cuarto pagador más grande detrás de
Francia e Italia.
El Parlamento británico puso a Cameron en la cuerda floja la
semana pasada al aprobar una moción no vinculante que pedía un recorte
en términos reales del gasto europeo, y los rebeldes amenazan con
rechazar en la cámara cualquier otro resultado de las negociaciones.
El primer ministro aisló a Reino unido el año pasado al vetar un
cambio en el tratado de la UE para aplicar unas normas fiscales más
estrictas en la eurozona. Todos los demás miembros, salvo República
Checa, firmaron un tratado separado en lugar de rodear el obstáculo
británico.
También Francia y Dinamarca han amenazado con bloquear el
presupuesto para defender sus intereses, subrayando la pista de
obstáculos que espera a los líderes europeos en su reunión del 22 y 23
de noviembre en Bruselas.
Las conversaciones entre Merkel y Cameron deben dar con "algo
extraordinario" para que los 27 miembros del grupo alcancen un acuerdo,
señaló una fuente de Gobierno de la eurozona.
"Soy muy pesimista de que se llegue a una solución en noviembre
salgo que Merkel y Cameron muestren el camino el miércoles", dijo. "El
problema básico para mí es cómo podemos llegar a una solución después de
que Reino Unido dijera 'no'".
Fuentes de la zona euro señalaron que los 'sherpas' británicos y
alemanes -es decir, los negociadores personales de los líderes- se han
reunido de forma regular en las últimas semanas para intentar acercar
posiciones sobre el presupuesto de la UE con vistas a la reunión del
miércoles.
Un responsable de la UE que participa en las negociaciones
previas señaló que en las próximas dos semanas habrá mucho baile de
números y ejercicios de contabilidad para intentar reducir las
distancias entre Reino Unido y otros miembros de la UE.
"Aún hay algo de tiempo hasta el 22 de noviembre", dijo.
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