LONDRES.- El comisario europeo de Servicios Financieros, Michel Barnier,
ha instado a los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) a
despejar las dudas sobre la voluntad política para crear un único
supervisor bancario, en una entrevista publicada este lunes en el diario
británico 'Financial Times'.
Barnier ha subrayado la importancia de que el Ecofin envíe un mensaje claro a los "frágiles mercados"
en su reunión de la próxima semana, en la que los Veintisiete abordarán
de nuevo la posibilidad de convertir el Banco Central Europeo (BCE) en
un único supervisor bancario.
"Ya es hora de decidir. Necesitamos un calendario acordado por los
jefes de Estado y de Gobierno. Necesitamos una decisión política, y es
posible", ha dicho el comisario europeo de Servicios Financieros, en alusión al supervisor bancario.
Además, ha dejado abierta la posibilidad de cambiar la legislación
comunitaria para favorecer la creación del supervisor bancario. No
obstante, ha expresado su rechazo a un nuevo sistema de votación que
beneficie exclusivamente a Reino Unido.
Por otro lado, el político francés se ha mostrado a favor de
establecer un límite a los 'bonus' de los altos ejecutivos de la banca
europea.
Los líderes europeos confían en lograr un acuerdo sobre la
creación de un supervisor bancario para el próximo mes de diciembre. El
principal escollo es la dificultad de garantizar la igualdad de trato de
los Estados miembros de fuera de la eurozona, que no están
representados en el consejo de gobierno del BCE.
Para superarlo, Bruselas ha propuesto crear un consejo de
supervisión donde los países de dentro y de fuera de la eurozona tengan
el mismo poder, pero de acuerdo con el Tratado la "última palabra" la tiene siempre el consejo de gobierno.
Reino Unido, por su parte, reclama tener derecho a veto en la toma
de decisiones de la Autoridad Bancaria Europea, encargada de elaborar
los estándares técnicos, argumentando que, de lo contrario, siempre
estará en minoría frente a los países de la eurozona.
Otra de las cuestiones pendientes es resolver el reparto de tareas
entre el BCE y los bancos centrales nacionales. El vicepresidente del
BCE, Vítor Constâncio, ha pedido que el instituto emisor "mantenga el control sobre todos los bancos" aunque el sistema sea descentralizado y se ha opuesto a cualquier solución a "dos velocidades".
No hay comentarios:
Publicar un comentario