BRUSELAS.- Los ministros de Economía de los 27 han constatado que están "muy
lejos" de alcanzar un acuerdo para convertir al Banco Central Europeo
(BCE) en supervisor bancario único en diciembre, el plazo marcado por
los líderes europeos.
La creación de un supervisor único constituye el primer paso para
la recapitalización directa de las entidades con problemas a cargo del
fondo de rescate de la UE.
El principal escollo para lograr un compromiso es la dificultad a
la hora garantizar la igualdad de trato de los Estados miembros de fuera
de la eurozona, que no están representados en el consejo de gobierno
del BCE.
Bruselas ha propuesto crear un consejo de supervisión donde los
países euro y los de fuera del euro tengan el mismo poder, pero de
acuerdo con el Tratado la "última palabra" la tiene siempre el consejo
de gobierno, según ha admitido el comisario de Servicios Financieros,
Michel Barnier.
"Creo que estamos muy lejos de un compromiso en diciembre", ha
señalado el ministro sueco, Anders Borg, en declaraciones a la prensa.
"El BCE podría ser el supervisor pero entonces tenemos que
considerar un cambio de Tratado porque no podemos aceptar que el consejo
de supervisión quede subordinado (al consejo de gobierno)", ha
explicado el representante sueco.
"O se cambia el Tratado para que todos los miembros sean tratados
en pie de igualdad o hay que sacar (al supervisor) del BCE", ha
reclamado.
Por su parte, la ministra de Finanzas austriaca, Maria Fekter, ha
pedido "no centrarnos sólo en los plazos" sino en la "calidad del
mecanismo" y el "trato igual" de los países de fuera del euro y ha
pedido que se estudie un cambio de Tratado. "No quiero acelerar sin
haber discutido la mejor solución. La velocidad mata cuando no tenemos
la mejor solución", ha asegurado.
Reino Unido no ha intervenido en el debate pero reclama tener
derecho de veto en la toma de decisiones en la Autoridad Bancaria
Europea, que elabora los estándares técnicos, argumentando que de lo
contrario siempre quedará en minoría frente a los países de la eurozona.
Otra cuestión pendiente de resolver es el reparto de tareas entre
el BCE y los bancos centrales nacionales, que seguirán ocupándose de la
supervisión diaria. El vicepresidente del BCE, Vítor Constâncio, ha
pedido que el instituto emisor "mantenga el control sobre todos los
bancos" aunque el sistema sea descentralizado y se ha opuesto a
cualquier solución a "dos velocidades"
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha defendido que la
unión bancaria es una "extensión natural" de la unión monetaria para
corregir sus defectos de construcción, y ha admitido que la voluntad de
participar de los países de fuera de la eurozona crea "problemas
institucionales" que hacen el acuerdo "complejo".
"Es muy importante mantener las fechas de implementación del
proyecto", ha defendido Guindos. "La posición de España junto a la de
otros países es que es vital ir cumpliendo las fechas que nos hemos dado
para el supervisor único", ha reclamado.
También el comisario de Servicios Financieros ha asegurado que el
acuerdo "es difícil pero posible antes de fin de año". Y ha confirmado
que la puesta en funcionamiento del nuevo supervisor durará hasta
principios de 2014.
El Ecofin no ha registrado tampoco ningún avance en la puesta en
marcha de la tasa a las transacciones financieras que quieren crear 11
Estados miembros, entre ellos España, mediante una cooperación
reforzada.
El resto de países han retrasado la autorización de esta
cooperación reforzada y han dicho que primero quieren conocer la
propuesta final de la Comisión.
"Pediría a todos los Estados miembros que se tomen en serio sus
obligaciones del Tratado. No deberían impedir a otros que avancen con la
tasa a las transacciones financieras a través de una cooperación
reforzada cuando no hay ningún motivo válido para hacerlo", ha avisado
el comisario de Fiscalidad, Algirdas Semeta.
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