miércoles, 7 de noviembre de 2012

El Parlamento griego aprueba el plan de recortes propuestos por el Gobierno

ATENAS.- El Gobierno griego ha logrado sacar adelante este miércoles en el Parlamento las medidas de austeridad con las que pretende cumplir los requisitos impuestos desde el Fondo Monetario y la Unión Europea para desbloquear la ayuda económica y dar un nuevo tramo de ayuda financiera al endeudado país heleno.

El paquete de medidas, que incluye desde despidos de funcionarios a recortes de las pensiones y el copago sanitario, fue aprobado con un estrecho margen de 153 votos a favor, 128 en contra y 18 abstenciones, en una votación que requería de mayoría absoluta.
La mayoría de los diputados del partido centroizquierdista Dimar, socio del tripartito del Gobierno, se abstuvieron tal y como habían anunciado.
Cinco parlamentarios del socialdemócrata Pasok, también en el Gobierno, rompieron la disciplina de voto y se abstuvieron o votaron en contra, al igual que otro del conservador Nueva Democracia, en un claro reflejo de la división que este paquete de medidas ha causado incluso en el seno del Ejecutivo.
   Con decenas de miles de personas manifestándose en las calles de Atenas y tras un intenso debate en la Cámara, la alianza entre Nueva Democracia y Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) ha logrado sumar los votos suficientes en favor de los recortes. En concreto, las medidas han logrado 153 votos a favor y 28 en contra.
El resultado de la votación -153 votos a favor, 128 en contra, 18 abstenciones y 1 diputado ausente- fue muy ajustado, ya que la aprobación requería de mayoría absoluta.
Además, el tripartito que dirige el primer ministro conservador, Andonis Samarás, controla, en teoría, 175 de los 300 escaños del hemiciclo.
Los diputados de uno de los socios de Gobierno, el centroizquierdista Dimar, se abstuvieron o votaron en contra, así como varios del socialdemócrata Pasok y uno del conservador Nueva Democracia, también en el Gobierno, lo que hace patente la debilidad y división en el Ejecutivo.
Tanto el Pasok como Nueva Democracia han anunciado ya que expulsarán a los diputados rebeldes, un nuevo golpe para el Gobierno de Samarás, que ya ha perdido más de una decena de diputados desde el inicio de la legislatura el pasado junio.
El nuevo paquete de medidas incluye, entre otras, el despido de unos 25.000 funcionarios hasta final de 2013, más flexibilización laboral, reducción de pensiones y el copago sanitario.
"Votamos entre permanecer en Europa o volver al dracma, el aislamiento internacional, la insurrección social y la guerra civil", declaró Samarás en el Parlamento durante el debate sobre las medidas.
"Algunas de las medidas incluidas en la ley que votamos hoy deberían haber sido tomadas hace años. Otras, como las reducciones de salarios y pensiones, son injustas y eso no debemos ocultarlo", reconoció.
Durante el debate, que fue bronco y cuajado de gritos e interrupciones, la oposición tachó de "inconstitucionales" tanto las medidas como el procedimiento para aprobarlas.
Y es que para su tramitación se ha utilizado el método de urgencia, que apenas ha dejado tiempo para examinar las 279 páginas de una propuesta que no se presentó hasta bien avanzado el lunes.
El diputado Dimitris Papadimulis, de la izquierda radical de Syriza, el principal partido de la oposición, avisó tras la votación de que las nuevas medidas "herirán gravemente a la sociedad y a la economía" e hizo un llamamiento a que la población "lo impida" luchando contra un Gobierno que "ha sufrido importantes pérdidas".
Esa lucha ya se hizo patente hoy con la segunda jornada de una huelga general de 48 horas contra las medidas de austeridad, que tuvo especial seguimiento en la industria, la administración pública y el transporte.
   La Policía ha cargado y ha empleado gases lacrimógenos contra la multitud concentrada en la plaza Sintagma, donde se encuentra la sede del Parlamento griego. La manifestación había sido convocada por los principales sindicatos griegos, GSEE y ADEDY, durante la segunda jornada de huelga general para protestar contra los presupuestos públicos, que incluyen recortes por valor de 13.500 millones de euros.
   Más de 70.000 manifestantes secundaron la protesta, en la que se pudieron ver pancartas como "¡O nosotros o ellos!" o "¡Acabad con este desastre!". También se desplegaron cuatro banderas, una junto a otra: Portugal, Italia, Grecia y España.
   La Policía ha ordenado el cierre durante todo el día de las tres estaciones de metro más cercanas a la plaza Sintagma, aunque parte del servicio se encontraba ya interrumpido debido a la propia huelga, que también ha paralizado el servicio de ferris, fundamental para conectar la Grecia continental con sus numerosas islas, informan los medios griegos.
   La huelga ha paralizado la actividad en colegios, bancos o edificios públicos y la basura se acumula en las calles. "Estas medidas nos están matando poco a poco y los diputados de ahí dentro les importa un bledo", se ha lamentado Maria Aliferopoulou, mujer de 52 años que saca adelante a sus dos hijos con 1.000 euros al mes. "Son ricos. Lo tienen todo y nosotros no tenemos nada. Nos peleamos por las migajas, por sobrevivir", ha añadido en declaraciones a Reuters.
   Entre las medidas incluidas en los presupuestos esta una nueva flexibilización del mercado laboral: reducción de las indemnizaciones por despido y de los plazos de aviso para un despido empresarial. También contemplan recortes en el gasto y subidas de impuestos.
   Precisamente coincidiendo con la votación de los presupuestos, la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA) ha presentado una moción de inconstitucionalidad contra las cuentas públicas, pero fue finalmente rechazada por los votos de los partidos que apoyan al Gobierno del primer ministro Antonis Samaras, principalmente Nueva Democracia y el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK).
   El tercer socio del Gobierno, Izquierda Democrática, había anunciado que no apoyaría el presupuesto. "Estoy votando con una pistola en la cabeza porque quienes han diseñado estas medidas no nos han dejado ninguna alternativa", ha reconocido la diputada socialista Theodora Tzakri en comparecencia parlamentaria.
   Seis diputados del PASOK y uno de Nueva Democracia se han desmarcado de la consigna oficial y han votado en contra del paquete de austeridad, lo que les ha costado la expulsión de sus respectivas formaciones, según el periódico 'Kathimerini'.
A pesar de la lluvia, entre 70.000 personas, según la Policía, y 200.000, según la oposición, abarrotaron la Plaza Syntagma, donde se ubica el Legislativo.
La protesta, en principio pacífica, derivó hacia las 17.15 GMT en disturbios cuando grupos de manifestantes se enfrentaron con petardos y alguna bomba incendiaria a la Policía, que respondió con gases lacrimógenos y cargas.
Los disturbios se extendieron por las avenidas y plazas cercanas, donde se vieron escenas de contenedores de basuras ardiendo y calles cerradas con barricadas.
Pese a que los gases formaron una nube sobre la plaza, los manifestantes se mantuvieron frente al Parlamento gritando consignas contra el Gobierno hasta que la lluvia arreció y la protesta terminó por disolverse.
Unas 70 personas fueron detenidas y al menos ocho agentes de Policía resultaron heridos en los disturbios.

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