jueves, 1 de noviembre de 2012

La crisis se superará cuando se solucione el problema de la deuda, según el presidente de La Caixa

BARCELONA.- El presidente de La Caixa, Caixabank y la CECA, Isidro Fainé, considera que la crisis se superará cuando se solucione el problema de la deuda soberana en la eurozona y apuesta por el pacto fiscal para que el euro sea sostenible en el tiempo.

   En una entrevista concedida a la revista 'Escritura única', Fainé destaca que la actual crisis es global y, tras señalar que España atraviesa una segunda recesión, apunta que si se toman las decisiones acertadas, la contracción de la economía será "más suave".
   Después de reconocer al Banco Central Europeo (BCE) la "presteza" en solucionar la crisis de liquidez "cuando se secó el mercado interbancario", el directivo asegura que en estos momentos es "esencial y urgente" la recuperación de la confianza, una tarea que cree que debe ser compartida con el Gobierno.
   No obstante, advierte que la situación de España "no es comparable a la de los países que han tenido que ser rescatados, tanto por el peso de la deuda pública sobre el PIB como por la situación global de la economía española".
   Al ser preguntado por los instrumentos con los que devolver el flujo de concesión de créditos que necesita la economía española para volver a la senda del crecimiento, Fainé recuerda que en la actual coyuntura económica las entidades bancarias examinan con mayor detenimiento cualquier operación de riesgo, ya que los ahorros que prestan a familias y a empresas son de sus clientes, por lo que han de gestionarlos con "la máxima responsabilidad".
   También subraya que la "anómala situación en los mercados de capitales" dificulta la financiación de las entidades y tiene su reflejo en la menor disposición de liquidez para dar crédito. En este contexto, destaca "la importancia de contar con un marco normativo estable que permita una adecuada planificación del negocio".
   El presidente de La Caixa sostiene que lo "lógico" es que el sector financiero se concentre en diez o doce entidades grandes, una idea con la que, según dice, llevan trabajando en las cajas "varios años" realizando ajustes en el número de oficinas, sin que el recorte se haya trasladado al servicio al cliente.
   Fainé no añora los tiempos en los que se elogiaba el modelo de cajas españolas y afirma que se sigue preservando el espíritu fundacional de las cajas aunque ejerzan su actividad financiera a través de un banco.
   "El negocio de las cajas es esencialmente español, regional, de apoyo al tejido empresarial de nuestro país y creado para contribuir, además, a reducir la exclusión financiera y social. En la actualidad, las cajas siguen manteniendo esos objetivos y la reforma financiera se dibujó, entre otras cosas, para que pudieran servir mejor a esos propósitos", señala.

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