WASHINGTON.- La reelección del presiente de Estados Unidos, Barack Obama, reavivó
las inquietudes sobre la economía del país en el sector empresarial,
ante los retos y desafíos que deberá enfrentar su administración en los
próximos cuatro años.
En un artículo la versión digital del The Wall Street Journal recordó esta semana que precisamente el empresariado no estaba entre los que coreaban un
nuevo mandato de Obama, cuya primera gestión se caracterizó por un
fuerte enfrentamiento con el Congreso.
De hecho, importantes sectores de la economía respaldaron al republicano Mitt Rommey en la puja electoral, al considerarse que sería más favorable a una regulación menos estricta y a un código tributario ventajoso para las empresas.
En el tema energético, la industria petrolera estadounidense estima que la reelección de Obama traerá consigo medidas más estrictas para el sector, lo que significará mayores costos en opinión de ejecutivos del rubro.
Durante su campaña Obama prometió retirar algunos incentivos fiscales de la industria energética, pero las negociaciones para reducir el déficit y evitar el abismo fiscal podrían proporcionar una apertura.
No obstante, analistas consideran que a la Casa Blanca le será más difícil conseguir la aprobación de un aumento de impuestos para el sector en un Congreso dividido.
Por otra parte, la Agencia de Protección Ambiental ya desarrolla regulaciones más estrictas para las perforaciones extractivas de gas, el uso de agua relacionado con ese proceso y las emisiones que contaminan el aire.
A su vez, algunos expertos estiman que difícilmente Obama podrá inyectar más dinero a proyectos de energía renovable, que tuvieron prioridad en su primer mandato, debido a algunas inversiones polémicas en el sector.
En cuanto a la agricultura, The Wall Street Journal prevé que la reelección del presidente significará cuatro años más de políticas que han beneficiado a la rama.
Sin embargo, la publicación subraya que el gobierno ha sido criticado por su estricta postura en términos de regulación ambiental, al tiempo que no se ve con buenos ojos las fusiones que puedan consolidar segmentos como el del procesamiento de carne.
En torno al complejo industrial-militar, la publicación recoge que con recortes de gastos y concentrándose en ventas en el extranjero, el sector se ha adaptado a las presiones existentes sobre el gasto y a las prioridades militares establecidas en 2010 en el presupuesto del gobierno.
Vale recordar que las empresas United Technologies y Boeing redujeron personal en varias divisiones, mientras que Lockheed Martin anunció la posibilidad de prescindir de 10 mil puestos de trabajo por recortes en el gasto gubernamental.
Asimismo, la reelección de Obama asegura que la compleja reforma a la salud seguirá en marcha, aunque persisten las dudas sobre cómo será implementada.
Por el momento, la administración deberá resolver el enorme agujero fiscal que amenaza con estremecer los cimientos económicos de la nación, en un contexto que se augura poco favorable a nivel global.
De hecho, importantes sectores de la economía respaldaron al republicano Mitt Rommey en la puja electoral, al considerarse que sería más favorable a una regulación menos estricta y a un código tributario ventajoso para las empresas.
En el tema energético, la industria petrolera estadounidense estima que la reelección de Obama traerá consigo medidas más estrictas para el sector, lo que significará mayores costos en opinión de ejecutivos del rubro.
Durante su campaña Obama prometió retirar algunos incentivos fiscales de la industria energética, pero las negociaciones para reducir el déficit y evitar el abismo fiscal podrían proporcionar una apertura.
No obstante, analistas consideran que a la Casa Blanca le será más difícil conseguir la aprobación de un aumento de impuestos para el sector en un Congreso dividido.
Por otra parte, la Agencia de Protección Ambiental ya desarrolla regulaciones más estrictas para las perforaciones extractivas de gas, el uso de agua relacionado con ese proceso y las emisiones que contaminan el aire.
A su vez, algunos expertos estiman que difícilmente Obama podrá inyectar más dinero a proyectos de energía renovable, que tuvieron prioridad en su primer mandato, debido a algunas inversiones polémicas en el sector.
En cuanto a la agricultura, The Wall Street Journal prevé que la reelección del presidente significará cuatro años más de políticas que han beneficiado a la rama.
Sin embargo, la publicación subraya que el gobierno ha sido criticado por su estricta postura en términos de regulación ambiental, al tiempo que no se ve con buenos ojos las fusiones que puedan consolidar segmentos como el del procesamiento de carne.
En torno al complejo industrial-militar, la publicación recoge que con recortes de gastos y concentrándose en ventas en el extranjero, el sector se ha adaptado a las presiones existentes sobre el gasto y a las prioridades militares establecidas en 2010 en el presupuesto del gobierno.
Vale recordar que las empresas United Technologies y Boeing redujeron personal en varias divisiones, mientras que Lockheed Martin anunció la posibilidad de prescindir de 10 mil puestos de trabajo por recortes en el gasto gubernamental.
Asimismo, la reelección de Obama asegura que la compleja reforma a la salud seguirá en marcha, aunque persisten las dudas sobre cómo será implementada.
Por el momento, la administración deberá resolver el enorme agujero fiscal que amenaza con estremecer los cimientos económicos de la nación, en un contexto que se augura poco favorable a nivel global.
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