LONDRES.- La prestigiosa revista británica 'The Economist' ha respaldado este jueves la reelección del presidente Barack Obama en los comicios presidenciales de la próxima semana porque no cree que el candidato republicano, Mitt Romney, lo vaya a hacer mejor y, en este contexto, vale más "lo malo conocido". Así, ha advertido de que no da su apoyo con el mismo "entusiasmo" que hace cuatro años.
En opinión de la revista, esta elección es "mucho más difícil" que la de 2008 sobre todo porque Obama, que "otrora personificó la esperanza y el centrismo, fijó un nuevo mínimo atacando a Mitt Romney antes incluso de las primarias republicanas".
Sin embargo, "las elecciones tratan de elegir a alguien para
dirigir un país y esta elección plantea dos preguntas: ¿cómo de bueno ha
sido Obama como presidente, especialmente en cuestiones clave como la
economía y la política exterior? y ¿puede América confiar realmente en que el cambiante Mitt Romney lo hará mejor? Sobre esa base, el demócrata se merece por poco ser reelegido", argumenta 'The Economist'.
No obstante, reconoce que su primer mandato ha sido "irregular" y en el plano económico lo más destacable es que "impidió que fuera mucho peor". Sus medidas, añade, "ayudaron a evitar una depresión"
y, aunque es "un mensaje difícil de vender cuando el crecimiento es
lento y los trabajos son escasos, hará que Obama gane algún aplauso de
la historia y de nosotros también".
Por otra parte, la revista destaca su política exterior, en
particular que haya "reorientado la 'guerra contra el terrorismo' de
George W. Bush, abatido a Usama bin Laden, incrementado los ataques con
aviones no tripulados, y se haya retirado de Irak y Afganistán --en
ambos casos demasiado rápido para nuestro gusto--".
Su otro gran logro ha sido la reforma sanitaria, considerando que
es un "escándalo" que 40 millones de personas carezcan de seguro médico
en "un país tan rico" como Estados Unidos. No obstante, la publicación británica apunta que Obama "ha hecho muy poco" para combatir contra los "enormes costes" del sistema.
'The Economist' plantea como "dudas" sobre la Administración
Obama su aparente poca preocupación por el comercio y critica que,
desde su Gobierno, no se haya promovido el diálogo con otros estamentos
políticos. En este sentido, pone como ejemplo del "poco tiempo"
invertido en hablar con sus detractores que sólo uno de los partidos de
golf jugados en estos años haya sido con un congresista republicano.
Asimismo, a juicio de la revista, Obama tampoco ha afrontado el "principal reto" que tendrá sobre la mesa quien ocupe la Casa Blanca durante los próximos cuatro años: "Estados Unidos no puede seguir aplicando impuestos como un Gobierno pequeño y gastando como uno grande".
Las carencias demostradas por Obama han dejado "un amplio margen"
de acción para que un republicano "prágmatico" contase con opciones de
hacerse con la presidencia. Este candidato apareció "brevemente"
personificado en Romney durante el primer debate televisado, explica 'The Economist', que ve sin embargo "muchos Romneys" que han lanzado algunas promesas "peligrosas" a lo largo de la campaña.
La revista alaba algunas propuestas del candidato del Partido
Republicano en el ámbito económico, como la reducción del peso del
Estado, pero al mismo tiempo critica que planee medidas que favorezcan a
las rentas más altas e incrementos en el presupuesto de Defensa, entre
otras. "Apoyar a las empresas es importante, pero arreglar la macroeconomía importa todavía más", ha apostillado.
El mayor lastre de Romney, sin embargo, es el "extremismo" que
rodea al Partido Republicano, hasta el punto de que algunos miembros "han firmado promesas de que nunca aumentarán los impuestos", han planteado el cese del presidente de la Reserva Federal y han promovido políticas discriminatorias en el ámbito social.
'The Economist' confía que, si finalmente gana Romney, éste
sepa reconvertir sus ideas en "realidad" y fomentar el consenso entre
partidos, así como que su vicepresidente, Paul Ryan, mantenga
controlados a los republicanos. Si vence Obama, debería "aprender de sus
errores, limpiar la Casa Blanca, escuchar a los empresarios y asegurar
un legado mejor que el que dejaría tras un solo mandato".
Los estadounidenses tienen ante sí una elección "poco edificante", en opinión de 'The Economist', que cree que aunque Obama y Romney pueden "ofrecer lo mejor de sí mismos, la triste realidad es que ninguno de los candidatos ha hecho campaña como si fuese ese el plan".
La revista concluye su editorial señalando que, en vista de las carencias de ambos, prefiere "respaldar a lo malo conocido" de cara al 6 de noviembre.
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