lunes, 3 de diciembre de 2012

Los republicanos presentan una contraoferta para evitar el "precipicio fiscal" en EE UU


WASHINGTON.- Los líderes republicanos del Congreso enviaron hoy a la Casa Blanca una contrapropuesta de reducción del déficit presupuestario que incluye un aumento de los ingresos de 800.000 millones de dólares y un recorte de 600.000 millones en programas de salud, para evitar el "precipicio fiscal".

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehener, reveló el plan en una carta enviada al presidente estadounidense, Barack Obama, en la que señala que la prioridad es alcanzar una "solución razonable" para evitar el temido "precipicio fiscal" y que pueda ser aprobada en las "próximas dos semanas".
Boehner reiteró, sin embargo, que los republicanos mantienen su oposición a cualquier subida de los impuestos con el argumento de que se debe "proteger a los pequeños negocios y a nuestra economía".
En el centro del desacuerdo figura la subida de impuestos para los hogares con ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales marcada por el presidente Obama como condición fundamental para cualquier tipo de acuerdo.
El aumento de ingresos en la propuesta republicana vendría de la reforma del sistema tributario y la supresión de determinadas exenciones y deducciones, pero no de la subida de los tipos sobre las rentas más altas.
La contraoferta republicana supondría un ahorro de cerca de 4 billones de dólares en los próximos diez años, similar al monto planteado por la Casa Blanca, pero se centra en mayor medida en los recortes del gasto público, especialmente en el programa Medicare, que otorga cobertura sanitaria a las personas de la tercera edad.
"Lo que estamos ofreciendo es un plan creíble que merece una consideración seria", afirmó Boehner.
En su misiva, el líder republicano criticó la propuesta presentada por el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, la pasada semana ante los líderes del Congreso.
La propuesta del Ejecutivo incluía un aumento de 1,6 billones de dólares en ingresos por subida de impuestos durante la próxima década, con un plan de inversiones y estímulo de unos 50.000 millones de dólares, y un recorte de 350.000 millones en el programa Medicare.
Los republicanos ya han rechazado esa propuesta como "poco seria".
Republicanos y demócratas se encuentran de nuevo en la cuenta atrás ante la proximidad del llamado "precipicio fiscal", la prevista combinación a principios de año de abruptos recortes del gasto público y una subida general de impuestos por valor de 500.000 millones de dólares el próximo año.
Ese mecanismo automático fue acordado para forzar al Congreso a alcanzar un acuerdo tanto en el lado de los ingresos como en el de los gastos, algo que de lo que han sido incapaces los dos grandes partidos hasta el momento.

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