GINEBRA.- La porción de la riqueza nacional que obtienen
los trabajadores es cada vez más pequeña en la mayoría de los países,
provocando un descontento popular e incrementando el riesgo de malestar
social, según denuncia la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
en su 'Informe mundial sobre salarios 2012/2013'.
"En pocas palabras, una mayor parte del pastel nacional se ha
transformado en ganancias y los trabajadores han recibido una menor
porción", apuntan los autores del documento, en el que sostienen que esta tendencia "ha estado vigente durante décadas".
En concreto, la OIT señala que en las 16 economías más
desarrolladas, la proporción media del trabajo respecto a la riqueza
nacional disminuyó desde el 75% a mediados de los años 1970 hasta el 65%
en los años previos a la crisis. "Se recuperó por poco tiempo, pero descendió nuevamente después de 2009", añade.
Por su parte, entre un grupo de 16 economías en desarrollo y
emergentes, esta proporción disminuyó del 62% del PIB en los primeros
años 1990 hasta el 58% justo antes de la crisis.
"Aún en China, donde los salarios se triplicaron a lo largo
de la última década, la participación de los trabajadores en los
ingresos nacionales disminuyó", destaca el informe.
Por otro lado, los autores del estudio alertan de que la cada vez
más extendida apuesta por reducir los costos laborales en aras de
estimular la competitividad de las exportaciones "no garantiza" que los países en crisis puedan prevenir el estancamiento económico o el déficit de cuenta corriente.
"Si bien, en principio, cada país a título individual puede
aumentar la demanda de sus bienes y servicios al incrementar las
exportaciones, no todos los países pueden hacerlo simultáneamente", dijo Sangheon Lee,
uno de los autores del informe, que reclama el restablecimiento de una
relación más estrecha entre salarios y productividad, que es a la vez
una cuestión de equidad y de crecimiento económico sostenible.
Por otra parte, la OIT señala que el crecimiento de salarios
continúa muy por debajo del período anterior a la crisis a nivel mundial
y que incluso ha sido negativo en las economías desarrolladas, mientras
sigue aumentando en las economías emergentes.
"Los salarios mensuales crecieron el 1,2% en 2011, frente al 3% en 2007 y el 2,1% en 2010", señala el informe, que constata como este "impacto no ha sido uniforme", ya que existen grandes diferencias entre países.
"Mientras que los salarios experimentaron una doble caída en las
economías desarrolladas, donde se vaticina un crecimiento cero para
2012, los mismos se mantuvieron positivos durante toda la crisis en
América Latina y el Caribe, África y aún más en Asia", añade la OIT.
De este modo, el informe señala que, mientras un trabajador del
sector manufacturero en Filipinas gana 1,40 dólares por hora, en Brasil
llega a algo menos de 5,50 dólares, 13 dólares en Grecia, 23,30 dólares
en Estados Unidos y casi 35 dólares en Dinamarca. En el caso de España,
este salario se situaba en 14,5 dólares por hora.
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