WASHINGTON.- Estados Unidos se arriesga a otra semana perdida, sin
acuerdo entre demócratas y republicanos, para solucionar el "precipicio
fiscal" antes de que finalice el año y que podría llevar a la primera
economía mundial a la recesión.
Republicanos y demócratas, liderados por el presidente de EEUU,
Barack Obama, están obligados a sentar lo antes posible las bases de un
acuerdo de mínimos que evite que a comienzos de enero coincidan el fin
de exenciones impositivas y de las prestaciones al desempleo y se
ejecuten duros recortes del gasto, especialmente en defensa.
Esta "tormenta perfecta" podría hacer descarrilar la recuperación
económica, como opinan la Casa Blanca, la Oficina Presupuestaria del
Congreso e instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El lunes, Obama visitará una planta automovilística cerca de Detroit
(estado de Michigan), capital del motor estadounidense, en la que
volverá a incidir en la importancia de evitar que suban los impuestos a
la clase media y permitir que lo hagan para los ingresos superiores a
los 250.000 dólares anuales.
Obama repite la estrategia de cara a la opinión pública que ya usó el
30 de noviembre, cuando visitó una fábrica de juguetes en Pensilvania,
donde reiteró su plan para evitar que "los republicanos hagan rehén a la
clase media" para que no se aumente la presión fiscal a los ricos.
Este sábado, el senador por Florida Marco Rubio esbozó en el discurso
semanal del Partido Republicano las posturas de su formación.
"Un gobierno limitado (con menor gasto) puede y debe ayudar en estos
desafíos...un aumento de los impuestos no ayudará a resolver nuestros 16
billones de dólares de deuda, solo ayudarán crecimiento económico y
reforma de los programas sociales", aseguró Rubio.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John
Boehner, ya dijo este viernes que se ha perdido una nueva semana, debido
a que la Casa Blanca no ha puesto sobre la mesa una "propuesta seria"
que incluya recortes en gastos sociales.
Lo más probable, según opinan los analistas, es que el Congreso apure
hasta justo antes del día de Navidad para iniciar un maratón de
negociaciones de último minuto que permita un acuerdo de base, el cual
se complemente en el futuro con otros, como la necesidad perentoria de
aumentar el techo de endeudamiento del país.
Uno de los resultados podría ser que los republicanos permitan que
expiren las exenciones impositivas de la presidencia de George W. Bush a
los más ricos y, como compensación, consigan un compromiso para
reformas y reducción del gasto en programas sanitarios como el Medicare.
En una entrevista hoy a la cadena CNN, la directora gerente del FMI,
Christine Lagarde, aseguró que la mayor amenaza para la recuperación de
EEUU es la falta de acuerdo para resolver el "precipicio fiscal",
incluso más que una aguda crisis en la eurozona.
"Lo mejor para salir del problema es una solución equilibrada", dijo
Lagarde, quien recomendó que las reformas se den tanto mediante un
aumento de ingresos, como intentan los demócratas con su subida de
impuestos, como a través de recortes, en los que inciden los
republicanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario