martes, 11 de diciembre de 2012

Se pierden casi 42.000 empleos en Francia de junio a septiembre

PARÍS.- Un total de 41. 700 puestos de trabajo se perdieron en Francia en el sector asalariado durante el tercer trimestre de 2012, sobre todo entre los trabajadores temporales, de la industria y de la construcción, informó hoy una fuente oficial. El Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos (Insee) señaló que el mayor impacto ocurrió entre quienes tienen un contrato de tiempo parcial o con salario reducido, donde fueron suprimidos 31.300 empleos.

Mientras, en la rama industrial desaparecieron entre julio y septiembre 5.500 puestos y en la construcción la baja fue de  2.700, explicó el Insee.

La categoría de empleo asalariado comprende a todos los trabajadores contratados por un patrono privado o público, ya sea temporal o intemporal, que reciben un salario fijo cada mes y abarca en Francia a unos 16 millones de personas.

En esa cifra no están incluidos los comisionistas, trabajadores por cuenta propia, propietarios de pequeños negocios o profesionales particulares, cuyos ingresos dependen de sus ventas o servicios.

Las estadísticas del ministerio de Trabajo señalan que en el país el desempleo afecta al 10,6 por ciento de la población en edad laboral, es decir, más de 3.100.000 habitantes.

El gobierno del presidente François Hollande reconoció que ese indicador continuará aumentando por lo menos hasta finales del año próximo, cuando deben comenzar a rendir frutos los programas emprendidos recientemente para combatir ese fenómeno.

Figura entre ellos el denominado Empleos del Futuro, destinado a crear unos 150.000 puestos temporales para jóvenes de las áreas menos favorecidas, quienes recibirán facilidades encaminadas continuar su capacitación y lograr su inserción definitiva en el mercado del trabajo.

Otro plan se llama Contratos de Generación y consiste en dar estímulos fiscales a las empresas que contraten personal joven y mantengan a los antiguos trabajadores para utilizarlos como instructores.

Las principales organizaciones sindicales consideran insuficientes estas medidas debido a la magnitud del fenómeno y reclaman reformas más profundas, entre ellas, abandonar las políticas de austeridad.

Lucha contra la pobreza

Aumentar las ayudas a familias sin recursos y ofrecer algunas garantías a jóvenes desempleados figuran en el plan presentado hoy por el gobierno francés para enfrentar la pobreza, que afecta a cerca de nueve millones de personas.

 El primer ministro Jean-Marc Ayrault anunció que en los próximos cinco años se elevará un 10 por ciento el Ingreso de Solidaridad Activa (RSA, por sus siglas en francés) destinado a respaldar a personas desvalidas o con salarios muy bajos.

El gobierno también ofrecerá anualmente apoyo a unos 100.000 jóvenes de entre 18 y 25 años que no tienen trabajo, ni formación.

Esta medida, que comenzará a aplicarse en septiembre de 2013, será acompañada de propuestas de educación y empleo.

Un informe dado a conocer aquí señala que 22,5 por ciento de los jóvenes no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas, cifra que representa un incremento de cinco puntos con respecto a 2004.

El programa para combatir la pobreza contempla también elevar los subsidios a las familias monoparentales y a los hogares donde existan tres niños o más.

Además, serán creadas 150.000 viviendas sociales y ocho mil nuevas plazas destinadas a acoger a personas sin techo y a demandantes de asilo.

Las medidas fueron anunciadas en el segundo y último día de la conferencia nacional contra la pobreza y la exclusión social que reunió a funcionarios, representantes sindicales y miembros de organizaciones de la sociedad civil.

Según la ministra de Asuntos Sociales y de la Salud, Marisol Touraine, hay 8,5 millones de personas en la precariedad, uno de cada cinco habitantes renunció a cuidados médicos por cuestiones financieras, 3,5 millones tienen problemas de vivienda y 800.000 dependen de una ayuda alimentaria.

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