LONDRES.- De la crisis del euro al abismo fiscal estadounidense, BBC
Mundo analiza los cinco hechos económicos más relevantes del año y la
sombra que proyectan sobre 2013.
El 2012 está terminando apenas una pizca mejor de lo que empezó.
La gran preocupación sigue siendo la
recuperación global de la crisis financiera de 2007-2008 que, después
del repunte económico de 2010-2011, se volvió a manifestar con la
debacle de la deuda soberana y el temor a una nueva recesión mundial.
En este contexto, cinco eventos marcaron la economía del 2012 y seguirán siendo decisivos el año próximo.
1. CRISIS DEL EURO
En enero de 2012, el diario británico Financial Times
le preguntó a 83 economistas si creían que la eurozona sobreviviría los
12 meses con todos su miembros. Solo el 43% dijo que sí.
Hoy es fácil decir que ese porcentaje se equivocó, pero lo cierto es que no fue por mucho.
Para mantener a la eurozona intacta se necesitó
una intervención de alrededor de un billón de euros del Banco Central
Europeo (BCE), un rescate de los bancos de España y varios acuerdos que
evitaron a último momento la cesación de pagos de Grecia (el último fue
de US$44.000 millones de euros desembolsados en diciembre).
El punto de inflexión de la crisis se produjo en
julio, cuando el presidente del BCE, Mario Draghi, aseguró que haría
"todo lo necesario" para salvar al euro.
España e Italia estaban preparándose para un
verano de ataques especulativos: el fantasma de una desintegración
violenta estaba en el aire.
"La intervención de Draghi y de los gobiernos
europeos fue decisiva para los inversores y las empresas al dejar en
claro que había la voluntad política necesaria para evitar la
desintegración de la eurozona", le comentó a BBC Mundo Marie Dirone,
economista senior de la consultora internacional Ernest & Young.
El fantasma de una desintegración no solo
afectaba a las 17 naciones que tienen al euro como moneda única. Según
los expertos, la estabilidad financiera del mundo entero estaba en
peligro.
2. LOS BANCOS
El sistema financiero internacional se ha
convertido en un paciente con pronóstico reservado. El cáncer
descubierto en 2007-2008 fue neutralizado, pero el peligro de metástasis
sigue latente. En 2012 el paciente experimentó varias recaídas.
En junio, el ministro de Economía de España, Luis de Guindos, obtuvo
de la Unión Europea un rescate de hasta US$131.000 millones para sanear
su sistema financiero.
Uno de los riesgos más graves de una debacle
española era el efecto contagio por el impacto que una bancarrota
tendría en sus acreedores (bancos alemanes, franceses y, en menor
medida, de Estados Unidos).
España fue el rescate más sonado, pero no el
único. En junio, Francia, Bélgica y Luxemburgo, dueños del banco Dexia,
tuvieron que aumentar su garantía de la entidad en US$ 13.000 millones:
hoy, la suma total del respaldo es de US$72.000 millones.
"Estas intervenciones disminuyeron el riesgo de
crisis sistémica. Pero todavía hay muchos problemas por resolver en
términos de deudas incobrables, reestructuraciones bancarias y
achicamiento del sector", le dijo Marie Dirone a BBC Mundo.
A estas fragilidades se añadió una catarata de escándalos que minó aún más la alicaída reputación del sistema financiero.
Desde la manipulación de la tasa Libor, valor de
referencia de billones de operaciones financieras en todo el mundo,
hasta las denuncias en Estados Unidos de lavado de dinero contra
entidades de renombre internacional como HSBC y Standard Chartered, el
concepto del banco como sinónimo de fiabilidad y seguridad cayó por el
suelo.
3. LA DESACELERACIÓN CHINA
La crisis de la eurozona tuvo un impacto global que alcanzó a la nueva estrella del firmamento internacional, China.
Con 30 años de crecimiento económico de
alrededor del 9%, la repentina caída de un 7,9% a un 7,5% este año
generó alarma mundial.
El tropiezo se debió en gran medida al impacto
que la crisis de la Unión Europea -principal socio comercial de China-
tuvo sobre sus exportaciones.
La desaceleración china tuvo un efecto dominó.
En septiembre, el Banco Mundial afirmó que Asia crecería un 7,2% y no un
7,6%. La diferencia puede parecer minúscula en un marco de alto
crecimiento, pero son décimas que tienen un fuerte impacto económico y
social.
América Latina acusó el golpe. En la primera
mitad de 2012, las exportaciones de Brasil a China se redujeron a la
mitad, y el precio del cobre, principal producto de Chile y tercero de
Perú, cayó a su nivel más bajo, debido al enfriamiento económico del
gigante oriental.
Pero el año está terminando con mejores
perspectivas. La producción fabril china está repuntando, y el mismo
Banco Mundial ha modificado al alza sus predicciones para China en 2013.
4. ELECCIONES
Las elecciones en Francia, Estados Unidos y
Japón, así como el cambio de guardia en China, son eventos políticos con
una fuerte proyección económica.
No es lo mismo Barack Obama en la Casa Blanca
que un 2013 con Mitt Romney. Algo similar puede decirse de Francois
Hollande y Nicolas Sarkozy en Francia.
No es que la distancia entre estas opciones sea abismal, pero no cabe
duda de que Obama y Hollande representan una alternativa más cercana a
una suerte de neokeynesianismo, con acento en la inversión fiscal y la
redistribución, mientras que Sarkozy y, sobre todo Romney, hubieran
inclinado la balanza decididamente hacia la austeridad fiscal y el
recorte impositivo a los ricos.
Con la tercera economía mundial, Japón, el gran
interrogante es si el conservador liberal demócrata Shinzo Abe, electo
en diciembre, tiene la llave para la recuperación nipona. Abe prometió
un masivo programa de inversión en infraestructura y una serie de
medidas monetarias. Su elección es también importante para calmar las
aguas en el diferendo territorial que tiene con China que, según algunos
analistas, prefiere su figura a la del reformista Partido Democrático.
Otra gran interrogante es China, que renovó las
autoridades del Partido Comunista (PC) para los próximos diez años en
noviembre. Según muchos analistas, el gigante asiático tiene que
acelerar un programa de reformas para afianzar su modelo
político-económico. La pregunta es si el nuevo secretario general del PC
chino, Xi Jinping, se inclinará por la reforma o buscará la continuidad
y estabilidad por sobre todas las cosas.
En sus primeros mensajes, exquisitamente
equilibrados e impenetrables, Xi Jinping señaló que eran importantes
tanto el cambio como la continuidad.
5. El "ABISMO FISCAL" EN EE.UU.
Las elecciones de noviembre definieron solo la mitad de la incógnita sobre el rumbo de la primera economía mundial.
No se habían terminado de contar los votos
cuando la atención se desplazó al llamado abismo fiscal, un incremento
automático de impuestos y un corte del gasto público que podría entrar
en vigencia a principios de 2013 si antes no se logra un acuerdo
político para cambiar la ley.
Según la ley, el déficit debe reducirse a
aproximadamente la mitad en los primeros días del año próximo. El efecto
de una medida tan drástica sería inevitablemente una profunda recesión.
Cuando en vísperas de las fiestas quedó en claro
que el presunto espíritu navideño de la reconciliación no había llegado
al Congreso y, en especial, al Partido Republicano, que desautorizó
abiertamente una oferta de su propio líder en las negociaciones, el
mundo entero temió lo peor.
Una recesión en Estados Unidos tendría un fuerte
impacto sobre China, intensificaría las tendencias recesivas de Japón y
la eurozona y golpearía duramente a América Latina.
Por lo pronto, el presidente Barack Obama
decidió interrumpir sus vacaciones en Hawai para regresar a Washington
este miércoles, con el fin de intentar llegar a un acuerdo con los
republicanos y evitar un "infeliz" comienzo de 2013.
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