lunes, 10 de diciembre de 2012

El Comité Nobel apela a la unión y la "responsabilidad" en la Unión Europea para vencer la crisis


OSLO.- El presidente de comité Nobel noruego, Thorbjorn Jagland, ha apelado a la solidaridad y la "responsabilidad colectiva" para que la Unión Europea supere la grave crisis económica que atraviesa, en el discurso pronunciado en la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz a la Unión Europea, este lunes en Oslo.

   "A la luz de la crisis financiera que está afectando a tantas personas inocentes, podemos ver que el marco político sobre el que se asienta la Unión es ahora más importante que nunca. Debemos permanecer unidos. Tenemos responsabilidad colectiva", ha dicho Jagland.

   Jagland ha advertido de que sin esa "cooperación europea, el resultado bien podría haber sido fácilmente un nuevo proteccionismo, un nuevo nacionalismo, con el riesgo de perder el terreno ganado".

   Y ha recordado el periodo de entreguerras para subrayar que el auge de nacionalismos y proteccionismo "es lo que pasa cuando la gente normal paga la facturas de una crisis financiera provocada por otros".

   Sobre la crisis, el presidente del Comité Nobel ha insistido en la necesidad de que Europa avance unida y ha asegurado que "la solución no está en que los países actúen por su cuenta, a costa de otros".
 "Tampoco las minorías deben recibir la culpa, eso nos llevaría a trampas del ayer", ha añadido.

   Jagland ha hecho entrega del diploma y de la medalla del galardón a los máximos representantes de las instituciones europeas, esto es, el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy; el jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso; y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.

   Antes, durante su discurso de entrega, Jagland ha repasado la historia de la Unión Europea y la integración de cada Estado miembro, desde que en la década de los 50 naciera la Comunidad del acero y el carbón.

   "La cooperación económica desde entonces evitó nuevas guerras y conflictos en Europa", ha apuntado el presidente del Comité Nobel, para quien el ejemplo de la reconciliación entre Alemania y Francia fue el ejemplo más importante de cómo "la guerra y el conflicto puede transformarse rápidamente en paz y cooperación".

   "La presencia aquí hoy de la canciller (alemana), Angela Merkel, y del presidente francés, François Hollande, hacen que este día sea especialmente simbólico", según Jagland, que ha logrado los aplausos de la sala y el saludo en pie entre Merkel y Hollande.

   En esta edición, el Nobel de la Paz reconoce los esfuerzos de la Unión Europea para avanzar hacia la paz y la reconciliación en las últimas décadas, en un momento en el que la actualidad del bloque de 27 está marcada por una de sus mayores crisis debido a las dudas sobre el euro y las protestas sociales por los recortes.

   La trayectoria de esta unión de países durante "más de seis décadas" en las que ha contribuido "al avance de la paz y la reconciliación, la democracia y los Derechos Humanos en Europa", tras superar dos Guerras mundiales, es la razón esgrimida por la Academia para conceder este premio.

   "No estamos reunidos en la creencia de que la UE es perfecta. Estamos reunidos con la idea de que en Europa debemos resolver nuestros problemas juntos y para ello necesitamos instituciones que puedan asumir los compromisos necesarios", ha recalcado Jagland.
   "Juntos debemos garantizar que no perdemos lo que hemos construido sobre las ruinas de dos guerras mundiales", ha añadido, para llamar a la "moderación" y el "autocontrol" de los Estados y de los ciudadanos, al tiempo que ha lamentado las víctimas del extremismo.

La UE, comprometida

El presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, han recibido el premio Nobel de la Paz, acompañados por el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, en una ceremonia en la que han hecho varias referencias a las "dificultades" que plantea la crisis económica en Europa y de la amenaza que supone para la unidad de la UE.
   "En un momento en el que la prosperidad y el empleo, las piedras angulares de nuestras sociedades, se ven amenazados, es natural que los corazones se endurezcan, que nuestros pensamientos sean más mezquinos, que se reabran antiguas fracturas y reaparezcan viejos estereotipos", ha dicho Van Rompuy.
   Van Rompuy y Barroso han pronunciado en dos partes un discurso de agradecimiento en el que han repasado la historia de guerras y pasos hacia la paz de Europa, pero en el que no han podido evitar referencias a la crisis actual, una de las peores que ha afrontado nunca el bloque.
   "Para algunos, no solo las decisiones conjuntas, sino el mero hecho de decidir juntos, puede llegar a estar en tela de juicio", ha advertido el presidente del Consejo europeo, que ha pedido "relativizar las cosas", pero ha concedido que "el reto al que se enfrenta Europa es real".
   Van Rompuy ha apostado por actuar y ha asegurado que "si (en la UE) mantenemos la confianza, venceremos". 
"Estamos trabajando para superar las dificultades, reactivar el crecimiento y el empleo".
   En cuanto a los esfuerzos de Europa para consolidar la paz en su territorio, Van Rompuy ha repasado los grandes hitos de la historia y ha celebrado el camino que ha tomado Europa. "Señoras y señores, funcionó. La paz es una realidad, la guerra es inconcebible. Aunque 'inconcebible', no significa 'imposible'", ha matizado.
   Van Rompuy ha dicho que "Europa debe mantener su promesa de paz", pero ha advertido de que los peligros ahora son otros y, tras celebrar que los recuerdos de guerra sean cada vez más lejanos, ha apuntado las dificultades de la crisis económica y financiera. Una crisis, ha asegurado, que "provoca grandes privaciones entre nuestros conciudadanos y pone a prueba la solidez de los lazos políticos de la Unión".
   Con todo, el presidente del Consejo ha presumido de que la UE cuenta con "una fórmula sin parangón" que es su 'arma secreta' para superar los conflictos y "estrechar nuestros intereses tan intensamente como para que la guerra sea materialmente imposible".
 "A través de la negociación permanente", ha dicho, para después recordar las palabras de Jean Monnet: "Más vale pelearse en torno a una mesa que en un campo de batalla".
   La intervención del jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, ha señalado la "búsqueda de la libertad y la democracia" como camino para acabar con las divisiones y permitir la reunificación del continente.
   "La adhesión a la UE fue fundamental para la consolidación democrática en nuestros países. Porque las personas y el respeto de la dignidad humana están entre sus pilares fundamentales. Porque respeta las diferencias a la par que impulsa la unidad. Y así, tras la reunificación, Europa fue capaz de respirar con sus dos pulmones, como dijo Karol Wojtyla. La Unión Europea se ha convertido en nuestra casa común", ha dicho Barroso.

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