LONDRES.- El Comité de Cuentas Públicas del Parlamento Británico considera que los impuestos que pagan en Reino Unido
algunas multinacionales internacionales son "indignantes" y un
"insulto" para ciudadanos y empresas locales, por lo que ha instado al
Gobierno británico a que actúe "firmemente" para hacer frente a esta
situación al tratarse de una cuestión de "moralidad", no solo de
economía.
"Las compañías globales con grandes operaciones en el Reino Unido
que generan significativas cantidades de ingresos se están escapando
pagando pocos o ningún impuesto de sociedades. Esto es indignante y un
insulto para los negocios y los ciudadanos británicos que pagan lo que
les corresponde", asegura la presidenta del Comité, Margaret Hodge.
En este sentido, el informe elaborado por el Parlamento británico
incide en que los ingresos por los impuestos de sociedades han
descendido en un momento en el que garantizar ingresos fiscales
adecuados es "más vital que nunca".
En su opinión, hay poca información sobre lo que esta pasando y
las explicaciones obtenidas de las multinacionales durante su
comparecencia en el Parlamento hace unas semanas no "fue convincente y, en algunos casos, evasiva".
Además, cree que la Hacienda británica no fue clara al explica su
enfoque para hacer cumplir el régimen del impuesto de sociedades.
"La conclusión inexorable es que las multinacionales están usando
estructuras y explotando la actual legislación fiscal para mover al
exterior beneficios que son claramente generados en actividades
económicas en el Reino Unido", incide.
En este contexto, reclama al Gobierno británico que haga frente a
esta situación, ya que su respuesta hasta ahora a los planes de estas
grandes empresas "ha carecido de determinación y se ve demasiado indulgente".
"La vigilancia del sistema tributario debe ser el centro de lo que hace
Hacienda. Debe ser más agresiva y enérgica a la hora de enfrentarse a
la evasión de impuestos", añade.
En su opinión, el impulso para hacer que estas empresas cumplan
con sus obligaciones tendrá que llevarse a cabo en una serie de frentes,
lo que incluye un posible cambio legislativo en el Reino Unido y
más esfuerzos para aumentar la cooperación internacional. Así, cree que
las multinacionales deberían estar obligados a informar sobre sus
prácticas fiscales de manera transparente y los evasores ser "nombrados y avergonzados públicamente".
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