BRUSELAS.- La Asamblea General de Naciones Unidas ha reabierto el debate
sobre la adopción de un tratado internacional sobre comercio de armas
que se realizarán en marzo de 2013. En un comunicado del Consejo
Europeo, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, se ha
mostrado muy satisfecha de este paso y ha dicho que espera que la Unión
Europea sea admitida como un miembro más del tratado. Actualmente cada
Estado miembro tiene su propia representación, pero no la UE como
organismo internacional único.
Ashton ha defendido que la UE en su conjunto sea admitida como una
parte del tratado -y no solo los países que la forman de manera
individual- ya que la Unión «sigue desempeñando un papel clave en la
regulación del comercio internacional de armas». La representante
europea ha pedido a los países reticentes a firmar el acuerdo, que lo
respalden y que participen de manera constructiva para garantizar la
máxima aceptación de este nuevo instrumento internacional, que sea
jurídicamente vinculante y «que llega tarde, pero por fin está cerca de
alcanzarse».
Para la jefa de la diplomacia europea, «un tratado sobre comercio de
armamento fuerte y robusto hará que el comercio de armas sea más
responsable y transparente, lo que contribuye a reforzar la paz y la
seguridad, la estabilidad regional y el desarrollo social y económico
sostenible».
En julio los países que negociaban este tipo de comercio, no llegaron
a ningún acuerdo,concrfeto, tras 4 semanas de debates. Aun así los
aspectos aprobados suponen, según la UE una «base sólida» sobre la que
concluir las negociaciones y ha pedido a los 27 Estados miembros, a
alcanzar un acuerdo, en el que se tengan en cuenta los derechos humanos e
introduzca «el alcalnce más amplio posible tanto en términos de armas
como en el control de las transferencias». Las negociaciones se
centrarán en la prevención, combate y eliminación del tráfico ilícito de
armas convencionales y de la venta de esos artefactos hacia el mercado
ilegal con usos no autorizados.
El mercado de armas clásicas se calcula que mueve unos 70 mil
millones de dólares anuales. El 40 por ciento en Estados Unidos. Este
país, que produce 6 mil millones de balas al año, quiere exlcuir las
municiones del tratado. La UE, de la que Francia es el cuarto exportador
mundial, mantiene una posición común desde 2008, se posiciona a favor
de un tratado amplio y jurídicamente muy concreto. Según un diplomático
europeo, «los industriales europeos están interesados en que otros
países se sometan a los mismas condiciones que los países de la UE».
Cada año se fabrican dos balas por persona, muchas acaban en manos de
grupos armados y sirven para prolongar conflictos. Un negocio lucrativo
que mueve el doble de dinero que la venta de armas. Un mercado que
podría seguir incontrolado, si países como Estados Unidos, Siria y
Egipto consiguen que sean excluidas finalmente del «Tratado de comercio
de armas».
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