martes, 4 de diciembre de 2012

Merkel se presenta como la única capaz de navegar en "aguas turbulentas"

HANNOVER.- La canciller alemana, Angela Merkel, ha lanzado su campaña para la reelección, en un momento en que goza de su mayor nivel de popularidad, y lo ha hecho en un discurso ante el congreso de su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU), en el que ha resaltado la unidad del grupo conservador que necesita para ganar en los comicios del año próximo.

   Los delegados se han puesto de pie y han aplaudido durante ocho minutos cuando Merkel les ha dicho que son el único partido que puede dirigir a Alemania en medio de las "aguas turbulentas" de la crisis económica y cambios geopolíticos.
   Con niveles de aprobación cercanos al 70 por ciento, la canciller, de 58 años, ha exhibido un tono triunfante en el congreso de su partido en Hanover, al reiterar que el suyo ha sido "el Gobierno más exitoso" desde la Reunificación Alemana en 1990.
   "Estas son épocas turbulentas y a veces nos encontramos en aguas tormentosas. Pero la CDU tiene la dirección más clara para dirigir al país en medio de estas aguas", ha sostenido Merkel.
   La canciller, una física de la antigua Alemania Oriental que se ha convertido en una figura primordial en un partido donde sus líderes tradicionalmente provienen de la antigua Alemania Occidental, busca superar el nivel de votación superior al 90 por ciento obtenido cuando fue reelegida para liderar la CDU hace dos años.
   A menudo criticada en el exterior pero apreciada en su país por defender los intereses alemanes en la crisis del euro, Merkel tiene grandes posibilidades de ganar un tercer mandato como canciller, pese a la abrupta caída en el apoyo de su actual socio en la coalición, el Partido Liberal Demócrata (FDP).
   "Quizás Dios creó al FDP sólo para ponernos a prueba", ha afirmado en una inusual declaración pública sobre el partido que, según los sondeos, podría no conseguir el 5 por ciento de votos necesario para entrar en el Bundestag (Cámara Baja).
   Esto podría forzar a la canciller a considerar otras opciones, como revivir la "gran coalición" con los Social Demócratas (SPD) que encabezó entre 2005 y 2009, o intentar una alianza sin precedentes con los Verdes.
   Los rumores sobre una coalición "verde-negra", una alusión a los respectivos colores de los partidos, se incrementaron en vísperas del congreso, celebrado en la capital de Baja Sajonia, donde una elección estatal el mes próximo establecerá el tono de los comicios federales del próximo otoño.
   Bajo el liderazgo regional de David McAllister, la CDU está encaminada a lograr la mayor porción de votos en Baja Sajonia, pero los conservadores de todas formas podrían ser derrotados por el SPD y los Verdes.
   Esto podría perjudicar las esperanzas de Merkel de conseguir la reelección debido a que su partido ha perdido control de algunos estados desde 2009.
   Merkel ha afirmado que cualquiera de los desafíos que ha afrontado desde que fue elegida para un segundo mandato en 2009 --la crisis de deuda, la Primavera Arabe y la suspensión del uso de energía nuclear-- habría sido suficiente para un mandato entero de cuatro años.
   Hace un año, cuando la CDU celebró su último congreso en la ciudad oriental de Leipzig, la crisis de la zona euro estaba en su punto álgido y la gente no podía hablar de otra cosa.
   Ahora, gracias en parte al compromiso del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, de comprar bonos de estados europeos endeudados, la crisis se ha calmado de algún modo.
   Pero Merkel ha advertido en su discurso en contra de la complacencia, al decir que es "muy cautelosa" sobre declarar que lo peor de la crisis ha terminado.
   En Alemania, la canciller ha sido muy aplaudida por haberse mantenido fiel a sus principios, como por ejemplo resistir la presión de introducir pasos radicales ante la crisis como la emisión de eurobonos. "Quiero que salgamos más fuertes de la crisis que cuando comenzó", ha afirmado ante el congreso de la CDU.

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