domingo, 23 de diciembre de 2012

Monti pide al próximo gobierno italiano que mantenga las reformas

ROMA.- El primer ministro italiano en funciones, Mario Monti, dijo este domingo que el próximo gobierno del país no debe hacer promesas electorales fáciles ni dar marcha atrás en el camino de reformas emprendido por su Gobierno tecnócrata.

"Hemos de evitar pasos ilusorios y extremadamente peligrosos hacia atrás", dijo Monti en la tradicional rueda de prensa de final de año.
Monti, quien dimitió el viernes, enumeró una serie de reformas que el ganador de las elecciones del 24-25 de febrero debería abordar, como una simplificación más avanzada de las leyes laborales tras la modificación ya realizada por Monti, y una reforma del sistema legal.
El ex comisario europeo defendió el trabajo de su gobierno y dijo que no había podido aceptar la oferta de su predecesor, Silvio Berlusconi, de liderar a la centroderecha en las elecciones.
También señaló que se ve "incapaz de comprender" los frecuentes cambios de postura de Berlusconi, pasando de los elogios a las duras críticas a su Gobierno.
El primer ministro italiano en funciones, Mario Monti, indica en una entrevista en un diario publicada hoy domingo que probablemente no se presentará a las elecciones de febrero, pero intentará convencer al ganador de que complete las reformas que su Gobierno ha iniciado.
Monti, que se espera ponga fin a semanas de especulaciones sobre su futuro político en una rueda de prensa este domingo por la mañana, dijo al diario La Repubblica que aprovecharía la conferencia para presentar una lista de reformas que el próximo Gobierno debería aplicar con urgencia.
Cuando se le preguntó si se presentaría como candidato a primer ministro para una alianza centrista, como se ha especulado, respondió: "Aún no lo sé, pero algo me dice que no". La citada entrevista se realizó ayer sábado.
El ex comisario europeo dijo saber que el presidente, Giorgio Napolitano, que le nombró hace un año para liderar un Gobierno no electo que salvara a Italia de la crisis financiera, preferiría que no se presentara en los comicios del 24-25 de febrero.
Monti también expresó sus dudas sobre el atractivo electoral de los partidos centristas que esperan poder utilizar su nombre, y dijo estar preocupado por las políticas probables de la coalición de centroizquierda que se espera gane las elecciones, porque podrían irse demasiado a la izquierda.
Hablando sobre el centroderecha, Monti dijo que "nunca" se aliaría con Silvio Berlusconi, su predecesor como primer ministro.
Dijo creer que el apoyo a Berlusconi en las urnas ascendería en torno al 20%, respecto al 16 que le dan ahora las encuestas, pese "al daño que hizo a la economía italiana y a la credibilidad del país".
Aunque no aclaró su propio papel en las elecciones, diciendo que tenía previsto "consultarlo con la almohada", confirmó ayer sábado por la noche que propondría "un programa que creo debe realizarse en los primeros 100 días del próximo Gobierno" en su conferencia de prensa del domingo.
Buena parte de ese programa incluirá propuestas para completar reformas que él ha intentado aprobar, pero que fueron suavizadas o naufragaron ante la amplia coalición de izquierda y derecha que le respaldó en el Parlamento.
Su hoja de ruta pedirá mejor legislación contra la corrupción, desrregulación para fomentar la competencia, una reducción del hinchado aparato político, una reforma del estado de bienestar y, "por encima de todo", inversión en educación e investigación, dijo Monti.

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