BRUSELAS.- El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy,
ha publicado su hoja de ruta -con medidas concretas y calendario- para
corregir los defectos estructurales de la eurozona y garantizar la
irreversibilidad del euro. Su propuesta renuncia a los eurobonos y
retrasa a 2014 la creación de un presupuesto para la eurozona, que
podría pagar la prestación por desempleo de los países en crisis.
El plan de Van Rompuy -elaborado conjuntamente con los
presidentes del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi; del
Eurogrupo, Jean-Claude Juncker; y de la Comisión, José Manuel Durao
Barroso- representa un triunfo de la postura de Alemania, que rechaza
cualquier tipo de mutualización de la deuda, frente a Francia, España y
la Comisión, que defendían la emisión de eurobonos como receta para
estabilizar la eurozona y generar confianza.
De hecho, la hoja de ruta renuncia también a uno de los tres
pilares considerados fundamentales para construir una unión bancaria: la
creación de un sistema común de garantía de depósitos, una iniciativa
que Berlín también rechaza.
El plan será debatido y aprobado en la cumbre de jefes de Estado y
de Gobierno de los 27 que se celebra en Bruselas los días 13 y 14 de
diciembre.
La primera fase de la hoja de ruta (que cubre 2012 y 2013) tiene
como prioridad garantizar la sostenibilidad presupuestaria y "romper el vínculo entre bancos y Estados". Para ello, Van Rompuy
reclama completar la legislación que refuerza el Pacto de Estabilidad y
da más poderes a la Comisión para intervenir en los presupuestos
nacionales.
También exige aprobar antes de que acabe el año la norma que
encomienda al Banco Central Europeo (BCE) la supervisión de los bancos
de la eurozona, "de forma que el mecanismo de supervisión único esté plenamente operativo desde el 1 de enero de 2014 como muy tarde".
Sólo entonces será posible la recapitalización directa de los bancos
con problemas a cargo del fondo de rescate (MEDE), aunque la hoja de
ruta pide acordar el "marco operativo" de estas operaciones antes de marzo de 2013.
La segunda fase cubre el periodo 2013 y 2014 y su objetivo es "completar el marco financiero integrado y promover políticas estructurales sólidas".
En primer lugar, se creará un fondo de liquidación único para bancos
con problemas. "Se financiará ex ante con tasas calculadas según el
riesgo que serán aportadas por todas las entidades que participen en el
mecanismo único de supervisión", señala Van Rompuy.
Además, el MEDE garantizará una línea de crédito en caso de que no
haya recursos suficientes y cualquier asistencia pública será
recuperada a posteriori con nuevas tasas a los bancos. El presidente del Consejo Europeo
sostiene que el fondo de liquidación único facilitará la toma de
decisiones sobre grandes bancos transfronterizos en crisis con un coste
mínimo para los consumidores.
En esta segunda fase, los países de la eurozona estarán obligados a
firmar contratos bilaterales con Bruselas sobre las reformas que se
comprometen a emprender para corregir sus desequilibrios estructurales.
Estos contratos serán voluntarios para los países no euro. Los acuerdos
tendrán "carácter multianual" y "se centrarán en las debilidades clave"
de cada país. "Dependiendo de la situación de cada país, en esta fase
dos los contratos podrían ser respaldados con apoyo financiero limitado,
flexible y bien orientados".
Sin embargo, la puesta en marcha de un presupuesto propio para la eurozona se retrasa hasta "después de 2014",
en la tercera fase de la hoja de ruta. El objetivo de este presupuesto
será doble, promover reformas estructurales y facilitar la absorción de
crisis que afectan sólo a uno o a varios Estados miembros a través de un
mecanismo de seguro central. Sin embargo, Van Rompuy todavía no
se pronuncia sobre la dotación de este presupuesto, que estará al margen
de las perspectivas financieras que cubren al conjunto de la UE.
Eso sí, el presidente del Consejo Europeo propone que la
capacidad presupuestaria de la eurozona pueda endeudarse, aunque siempre
manteniendo el equilibrio presupuestario. "Una capacidad presupuestaria
para la eurozona podría ofrecer una base apropiada para la emisión
común de deuda sin recurrir a la mutualización de la deuda soberana",
señala.
En cuanto al funcionamiento de este presupuesto de la eurozona, una de las opciones que propone Van Rompuy
es que actúe "como complemento o sustituto de los sistemas nacionales
de prestaciones por desempleo. Las transferencias podrían limitarse, por
ejemplo, al paro cíclico, cubriendo sólo el desempleo a corto plazo",
señala.
En cualquier caso, este sistema "no deberá conducir a
transferencias unidireccionales y permanentes entre países ni puede
concebirse como una herramienta de igualación de retas", avisa. Además,
sólo los países que hayan aplicado las reformas exigidas en los
contratos bilaterales tendrán acceso.
En esta tercera fase, aumentaría la coordinación de políticas
económicas entre los países de la eurozona, en particular en las áreas
de impuestos y empleos.
Sin citar en ningún momento los eurobonos o siquiera las euroletras, el documento señala que "a
medida que la unión monetaria evoluciona hacia una integración más
profunda, deberán examinarse más otras cuestiones importantes". Y remite a las propuestas presentadas por la Comisión, que sí incluyen la emisión de eurobonos.
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