LONDRES.- La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha recortado en tres escalones el rating de España, desde 'A' a 'BBB' con perspectiva 'negativa', debido al coste fiscal que tendrá el proceso de recapitalización del sector bancario, a un empeoramiento de las perspectivas de la economía española y al incremento de la probabilidad de que España necesita ayuda financiera externa.
De esta
manera, la calificación de la deuda a largo plazo de España se sitúa a
solo dos escalones de la categoría de inversión denominada 'bono
basura'. Fitch también ha recortado desde 'F1' a 'F2' el rating de la
deuda a corto plazo.
Fitch destaca que la "dramática erosión"
del rating y el perfil crediticio soberano de España en el último año
refleja en parte los errores políticos cometidos a nivel europeo, que
han agravado los desafíos financieros y económicos a los que se
enfrentaba España en su intento por reequilibrar y reestructurar su
economía.
En concreto, señala que la intensificación de la
crisis de la eurozona en la segunda mitad del pasado año devolvió a la
economía española a la recesión y elevó las dudas sobre la solvencia
bancaria y soberana del país. Así, cree que España ha sido
"especialmente vulnerable" al empeoramiento de la crisis de la eurozona
por su elevado nivel de deuda externa y por la "frágil confianza" en su
capacidad para implementar la consolidación fiscal y la reestructuración
bancaria de un modo ordenado.
La agencia prevé que la
economía española se mantenga en recesión en lo que queda de año y en
2013, a diferencia de su anterior previsión en la que auguraba que la
economía se beneficiaría de una suave recuperación el próximo año.
En concreto, Fitch estima que el coste fiscal de reestructurar y
recapitalizar el sistema bancario español será de entre 50.000 y 60.000
millones de euros, un 6% del PIB, cifra que podría ascender hasta
situarse entre 90.000 y 100.000 millones de euros en el escenario más
adverso, en comparación con su anterior previsión de 30.000 millones de
euros.
La agencia espera que España logre apoyo financiero
externo para la recapitalización de bancos de tamaño medio y cajas de
ahorro, lo que ayudaría a recuperar la confianza en el conjunto del
sector bancario.
En su opinión, el núcleo del sistema bancario
(Santander, BBVA y La Caixa) no necesitará ayuda, ya que logrará
cumplir los nuevos requisitos de capital y provisiones más estrictos, lo
que subraya la confianza de Fitch en que los costes fiscales de la
reestructuración bancaria sean "manejables" desde una perspectiva de
rating.
En este sentido, señala que la reducida flexibilidad
de financiación del Gobierno español está limitando su capacidad para
intervenir de forma decisiva en la reestructuración del sector bancario y
ha incrementado la probabilidad de que necesite ayuda financiera
externa.
Sin embargo, apunta que asegurar una financiación a
bajo coste y de larga duración de sus socios europeos para ayudar a la
reestructuración del sistema bancario español es coherente con el actual
rating. "Si es efectivo para recuperar la confianza en el sector
bancario y aliviar la carga fiscal de la reestructuración sería positivo
para el rating", añade.
Asimismo, Fitch también ha tenido en cuenta en su rebaja que la deuda
alcanzará el 95% del PIB en 2015 debido a la recapitalización de la
banca, que aumentará más de un 6% la deuda durante 2012 y 2013, a lo que
hay que sumar el empeoramiento de las perspectivas económicas.
La agencia, que hasta ahora preveía que la deuda alcanzar en 2013 un
máximo de 82%, cree que en el escenario más adverso alcanzaría el 100%
del PIB en 2014. Aun así, estima que la deuda se estabilice y siga
siendo sostenible, pese a que el alto nivel de endeudamiento ofrece
escaso espacio fiscal para absorber futuros 'shocks'.
Pese a
todo, cree que España mantendrá su acceso al mercado de financiación
para objetivos fiscales, aunque será un "elevado coste". En su opinión,
la resolución de la crisis bancaria, los progresos en reducir el déficit
y las reformas estructurales en marcha, junto con medidas a nivel
europeo, respaldarían una normalización de los costes de financiación y
mejorarían la confianza en la sostenibilidad de la deuda.
Fitch explica que la nota de España permanece en grado de inversión debido a una economía diversa y con un "relativamente elevado" valor añadido, así como por la estabilidad política y social pese al elevado desempleo. También destaca que la competitividad y las exportaciones están mejorando y que se espera superávit este año en la balanza comercial de bienes y servicios.
Fitch explica que la nota de España permanece en grado de inversión debido a una economía diversa y con un "relativamente elevado" valor añadido, así como por la estabilidad política y social pese al elevado desempleo. También destaca que la competitividad y las exportaciones están mejorando y que se espera superávit este año en la balanza comercial de bienes y servicios.
Asimismo, está respaldado por
el compromiso del Gobierno para llevar a cabo reformas estructurales de
amplio rango que mejoren la eficacia de los servicios públicos y
fortalezcan el marco fiscal y presupuestario, mejoren la flexibilidad
del mercado laboral, impulsen la competitividad e incrementen el
potencial de la economía.
Además, añade que este rating
incorpora la previsión de Fitch de que España tiene asegurado apoyo
financiero de sus socios europeos para la reestructuración y la
recapitalización del sector bancario, aunque no necesariamente a través
de un programa que incluya numerosas condiciones políticas.