ATENAS.- Europa está en vilo mirando a Grecia y a los resultados de las elecciones del domingo. Nadie quiere a Grecia fuera de la eurozona, pero nadie quiere una Grecia que se salte los acuerdos firmados con la UE. Los dos partidos que parten con posibilidades de hacerse con el gobierno de Atenas, la izquierda radical de Syriza, y los conservadores de Nueva Democracia, desde polos opuestos, acercan posturas. Creen que el «rescate blando» de la banca española abre perspectivas para renegociar su drástico plan de ajuste.
En su último mitin, el líder de Syriza, Alexis Tsipras, ha puesto a
España como ejemplo de que es posible mantenerse en la moneda única sin
programa de austeridad. «Si España puede tener financiación sin
condiciones, ¿por qué no puede quedarse Grecia en la zona euro sin un
memorándum desastroso?, se preguntaba el político radical que augura un
cambio en Grecia el próximo domingo.
Tsipras ha acusado a los dos grandes partidos griegos, Nueva
Democracia y los socialistas del Pasok, de «saqueo a Grecia». Su
propuesta es «dejar atrás a los que trataron de envenenar al pueblo
griego con el miedo y la inseguridad, Samaras y Venizelos».
A pesar de las amenazas de los líderes europeos de que sin
cumplimiento de los ajustes acordados a cambio del rescate, Grecia no
puede seguir en el euro, el líder de Syriza se muestra convencido de que
es posible y lanza un mensaje a los especuladores en los mercados. «Si
apuestan por la salida de Grecia de la eurozona, van a perder».
Su contrincante, el líder conservador Antonis Samaras, acusa a
Tsipras de irresponsabilidad en un momento crucial en la historia de
Grecia. El jefe de Nueva Democracia plantea los comicios como una
alternativa entre euro y estabilidad o dracma y aislamiento, entre
seguridad y control sobre la inmigración ilegal o miedo.
Pero Samaras ha ido cambiando su posición, a medida que las encuestas
daban alas a la izquierda contraria a las duras exigencias del rescate y
ha llegado a un planteamiento básico similar: «queremos cambiar el
memorándum para crear puestos de trabajo sin salir de la eurozona».
Samaras ha encontrado el mejor argumento también en el rescate bancario
español. En su última rueda de prensa afirmo que «podremos renegociar y
beneficiarnos del ambiente creado por la petición de España de ayuda
económica». Samaras añadió que «el problema de España es cinco veces más
grande que el de Grecia».
La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional, los gobiernos
de Alemania, Francia y el resto de países de la eurozona han reiterado
en los últimos días que desean a Grecia en la moneda única. A
continuación, siempre el mismo «pero», hay que cumplir los programas de
saneamiento económico por muy dolorosos que sean.
El Eurogrupo prepara una reunión para el mismo día de los comicios
para dar una respuesta común a los mercados y hasta los bancos centrales
de las principales economías del mundo se coordinan por si la votación
en Grecia provoca más turbulencias económicas.