ROMA.-
El presidente del Consejo Europeo,
Herman Van Rompuy, y el primer ministro italiano, Mario Monti,
propusieron este sábado la celebración en Roma de una Cumbre
extraordinaria de la Unión Europea (UE) para contrarrestar lo que
consideraron un creciente sentimiento antieuropeo. Así lo manifestaron
Van Rompuy y Monti a los medios de comunicación tras su encuentro en
Cernobbio, al margen de su participación en el Foro Ambrosetti, el
evento que reúne al mundo de la economía y que se celebra cada año en
esta localidad del norte de Italia.
Durante la reunión, ambos afrontaron
el tema de la crisis y las medidas anunciadas por el Banco Central
Europeo (BCE) para aliviar la crisis de la deuda soberana, pero Monti
también lanzó la alarma ante otro peligro que amenaza Europa: "los
populismos" y el "antieuropeismo" que están intentado "disgregarla". "La
idea de realizar esta cumbre de la UE se ha hecho necesaria porque
Europa se encuentra en una fase peligrosa donde el populismo está
intentado desintegrarla", advirtió Monti.
El presidente tecnócrata italiano aseguró que
mientras se está perfeccionando la construcción europea, “las
dificultades de la eurozona han sacado a la luz una creciente y peligrosa sensibilidad en una parte de la opinión publica
de varios países que tiende al antagonismo y a considerar de manera
diferente los pueblos del norte de Europa y los del Sur y viceversa, así
como han surgido viejos estereotipos y viejas tensiones”.
”Sé que no es
una reunión en la que se tomarán decisiones técnicas, pero a la larga
será igualmente importante para el futuro de Europa”, agregó Monti
Por ello, propuso que sea el Campidoglio de Roma, la sede para esta
reunión de Jefes de Estado y de Gobierno, ya que en esta ciudad se
firmaron en marzo de 1957 los Tratados de Roma, con los que dio el
inicio la unión de Europa.
El presidente del Consejo Europeo aplaudió la iniciativa de Monti y
aseguró que se intentará proponer a los miembros de la UE para su
celebración antes de 2014, aunque deseó que pueda ser lo antes
posible. ”La integración de la UE es un problema actual, también
relativo a los problemas financieros y sociales (…) por ello he acogido
la idea del presidente Monti de celebrar una cumbre especial sobre el
futuro de la unidad de Europa”, dijo Van Rompuy.
El presidente del CE explicó que es conocedor de las críticas y de
las oposiciones que existen en estos momentos, pero subrayó “los
gigantescos esfuerzos de todos los países europeos y de las
instituciones realizados con una solidaridad sin precedentes”.
Cambiando de tema, el presidente del Consejo Europeo afirmó que Italia ha iniciado el camino de la reformas
y que se trata de un esfuerzo para el que se tendrán que realizar
sacrificios ahora, pero que asegurará crecimiento y puestos de trabajo
el día de mañana. ”Y este trabajo hay que hacerlo con o sin el euro y
con o sin la Unión Europea”, añadió Van Rompuy.
El presidente del Consejo Europeo aseguró que las reformas realizadas
por el Gobierno de Monti “son impresionantes” y se dijo seguro que “con
lo que se ha ya hecho y la determinación de los italianos, estos
esfuerzos darán resultados”. Durante la reunión, ambos insistieron en la
necesidad de aplicar lo antes posible las decisiones adoptadas en el
Consejo Europeo del 28 y 29 de junio para salir de la crisis.
Por otra parte, Van Rompuy aseguró que antes de diciembre se podrá presentar el proyecto para una nueva arquitectura europea que está realizando junto con el BCE y la Comisión Europea.
Una nueva arquitectura europea basado en cuatro pilares conectados
entre ellos: unión bancaria, unión fiscal, unión económica y una unión
política más profunda, explicó el presidente del CE.
Van Rompuy agregó que para romper el “círculo vicioso de la crisis de los bancos y de la deuda pública, la eurozona necesita una mejor prevención y mecanismos comunes para la resolución de los problemas”.