NUEVA YORK.- La calificación de la deuda de Estados Unidos podría encaminarse a un abismo junto con el presupuesto federal, indicó el martes Moody's Investors Service al advertir que podría reducir en un grado la calificación "AAA" que otorga al crédito estadounidense si fracasan las negociaciones presupuestales.
Si el Congreso y la Casa Blanca no
alcanzan un acuerdo sobre el presupuesto, unos 1,2 billones de dólares
en recortes de gasto y aumentos a los impuestos entrarán en vigor
automáticamente en enero, un escenario que es considerado un "abismo
fiscal" porque es posible que haga caer a la economía nuevamente en
recesión y aumente el desempleo.
Hace un año Moody's redujo su
perspectiva sobre la deuda de Estados Unidos a "negativa", lo que
significa una advertencia de que podría reducir la calificación, después
de que una disputa partidista sobre incrementar el techo de la deuda
del gobierno llevó al país al borde del cese de pagos.
La firma rival Standard & Poor's dio el drástico paso de
quitar al gobierno la calificación "AAA" a los bonos estadounidenses en
agosto de 2011. Fitch Ratings emitió la advertencia de una potencial
reducción.
En su reporte del martes, Moody's indicó que es difícil
predecir cuándo alcanzará el Congreso un acuerdo sobre el plan de
gastos y que posiblemente mantenga su actual calificación y perspectiva
"negativa" hasta que sea claro el resultado de las negociaciones.
En
Washington, la acción de Moody's no alentó a los políticos a
responsabilizarse para lograr un acuerdo y sentarse a la mesa de
negociaciones.
El republicano John Boehner, líder de la Cámara de
Representantes, descartó que el Congreso pueda alcanzar un acuerdo para
evitar una reducción a la calificación de deuda del gobierno. De
cualquier forma no se esperan discusiones en serio hasta después de las
elecciones de noviembre.
Moody's también destacó que posiblemente
el gobierno alcanzará nuevamente el límite de endeudamiento para finales
de año, lo que significa otra ronda de negociaciones en el Congreso
para incrementar el límite si es que Estados Unidos desea seguir pagando
sus cuentas.
A pesar de la degradación impuesta por S&P y las
advertencias de Moody's y Fitch, Estados Unidos ha podido obtener
financiamiento a tasas muy bajas. Ello porque los inversionistas siguen
comprando bonos del gobierno estadounidense, ya que los problemas
económicos de Europa y la incertidumbre en otras partes del mundo
convierten a la deuda y a los dólares de Estados Unidos en un refugio.
Moody's ha advertido de que podría rebajar la nota de solvencia de EEUU, desde 'Aaa' hasta probablemente 'Aa1', en el caso de que las negociaciones sobre el presupuesto que llevará a cabo el Congreso no arrojen resultados positivos que permitan revertir la tendencia del endeudamiento público.
Si estas negociaciones conducen a medidas específicas que permitan una estabilización y una tendencia a la baja a medio plazo de la ratio de deuda en relación al PIB, la agencia aseguró que "probablemente el 'rating' será confirmado y la perspectiva volverá a ser estable".
Sin embargo, la calificadora de riesgos ha advertido de que "si las negociaciones no dan como resultado tales medidas, Moody's esperaría rebajar la nota, probablemente hasta 'Aa1'".
La agencia considera improbable que pueda mantener la triple A de EEUU con una perspectiva 'negativa' en 2014, ya que el único escenario que llevaría a esta decisión temporal sería si el método acordado para estabilizar la deuda representará un "gran e inmediato 'shock' como el que tendría lugar de materializarse el conocido como 'precipicio fiscal', ante lo que Moody's necesitaría evidencias de que la economía podría recuperarse de esta sacudida antes de devolverle una perspectiva estable".
Por otro lado, Moody's subraya la dificultad de predecir cuándo concluirán las negociaciones presupuestarias a lo largo de 2013, por lo que mantendrá la calificación 'Aaa' con perspectiva 'negativa' hasta que finalicen éstas.
Asimismo, la agencia señala que la actual perspectiva de la nota estadounidense asume un proceso relativamente ordenado en el incremento estatutario del límite de deuda, ya que se prevé que se alcance dicho techo a finales del presente año, por lo que la capacidad del Gobierno de hacer frente al pago de intereses y gastos con los recursos disponibles unos meses después de superado este límite.
"Bajo estas circunstancias, el 'rating' del Gobierno sería puesto en revisión después de alcanzar el límite de deuda, aunque varias semanas antes de que el Tesoro agote sus recursos, de manera similar a lo llevado a cabo en el verano de 2011", explica Moody's.
Moody's ha advertido de que podría rebajar la nota de solvencia de EEUU, desde 'Aaa' hasta probablemente 'Aa1', en el caso de que las negociaciones sobre el presupuesto que llevará a cabo el Congreso no arrojen resultados positivos que permitan revertir la tendencia del endeudamiento público.
Si estas negociaciones conducen a medidas específicas que permitan una estabilización y una tendencia a la baja a medio plazo de la ratio de deuda en relación al PIB, la agencia aseguró que "probablemente el 'rating' será confirmado y la perspectiva volverá a ser estable".
Sin embargo, la calificadora de riesgos ha advertido de que "si las negociaciones no dan como resultado tales medidas, Moody's esperaría rebajar la nota, probablemente hasta 'Aa1'".
La agencia considera improbable que pueda mantener la triple A de EEUU con una perspectiva 'negativa' en 2014, ya que el único escenario que llevaría a esta decisión temporal sería si el método acordado para estabilizar la deuda representará un "gran e inmediato 'shock' como el que tendría lugar de materializarse el conocido como 'precipicio fiscal', ante lo que Moody's necesitaría evidencias de que la economía podría recuperarse de esta sacudida antes de devolverle una perspectiva estable".
Por otro lado, Moody's subraya la dificultad de predecir cuándo concluirán las negociaciones presupuestarias a lo largo de 2013, por lo que mantendrá la calificación 'Aaa' con perspectiva 'negativa' hasta que finalicen éstas.
Asimismo, la agencia señala que la actual perspectiva de la nota estadounidense asume un proceso relativamente ordenado en el incremento estatutario del límite de deuda, ya que se prevé que se alcance dicho techo a finales del presente año, por lo que la capacidad del Gobierno de hacer frente al pago de intereses y gastos con los recursos disponibles unos meses después de superado este límite.
"Bajo estas circunstancias, el 'rating' del Gobierno sería puesto en revisión después de alcanzar el límite de deuda, aunque varias semanas antes de que el Tesoro agote sus recursos, de manera similar a lo llevado a cabo en el verano de 2011", explica Moody's.