MADRID.- El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha
reiterado este miércoles que la decisión que adopte el Gobierno español
sobre un posible rescate será "la mejor para España y para el conjunto
de los socios" europeos, y ha insistido en que "sería una
irresponsabilidad tomar una decisión, en una dirección o en otra, sin
tener todos los elementos perfectamente conocidos, todas las
implicaciones, no sólo para España sino para el conjunto de la unión
monetaria".
Así se ha pronunciado durante su comparecencia ante la comisión
del ramo en el Congreso, después de que todos los portavoces de la
oposición reclamaran explicaciones sobre la decisión que adoptará el
Ejecutivo de pedir un nuevo rescate económico a la UE.
"El Gobierno, conociendo todos los elementos, tomará la mejor
decisión para España y para el conjunto de socios europeos. Y debe ser
tomada desde el punto de vista de la percepción y el conocimiento global
de todos los elementos involucrados. Eso es lo que estamos haciendo. Y
no creo que en esta situación haya incertidumbre, en absoluto. Sería una
irresponsabilidad tomar una decisión en una dirección u otra sin tener
todos los elementos perfectamente conocidos, sus implicaciones, no sólo
para España, sino para el conjunto de la unión monetaria", ha afirmado
De Guindos.
Además, ha precisado que la decisión del Banco Central Europeo
(BCE) de articular un mecanismo de compra de deuda soberana en los
mercados secundarios responde a una diferencia "injustificada" entre las
primas de riesgo de los diferentes estados miembros, derivadas de "las
dudas sobre el futuro del euro".
"Esos diferenciales dificultaban la política monetaria: cuando el
BCE baja los tipos de interés existiendo una fragmentación de los
mercados de capitales los impulsos de la política monetaria no se
transmiten de forma equitativa. Para solucionar la situación, el BCE
crea este programa argumentando, con toda la lógica, que es un
instrumento monetario, no fiscal", ha apuntado.
En este sentido, ha señalado que de esta manera el BCE está
"preparado para actuar" cuando algún país lo necesite con arreglo a unos
"compromisos de actuación" y unas condiciones que se limitan "a lo que
ya tenemos por el procedimiento de déficit excesivo y por el Semestre
Europeo". "En el Memorándum de Entendimiento (MoU) no hay ninguna
condición macroeconómica, todas son estrictamente bancarias", ha
reiterado.
A renglón seguido, el titular de Economía ha avanzado que la
primera reunión del MEDE --que sustituirá al actual Fondo de
Estabilidad-- se producirá el lunes en Luxemburgo. Con este
procedimiento se da el primer paso de la unión bancaria, que el Gobierno
"apoya porque es buena para el futuro de la unión monetaria y del
conjunto de la UE".
"No se puede tener una política monetaria única sin una
integración en otros ámbitos como el bancario. Ya sé que hay debate, en
Europa siempre hay debate. Pero no tengan la menor duda de que al final
se tomarán las decisiones adecuadas", ha afirmado, apuntando que lo que
se defiende con la unión bancaria no es la necesidad de recapitalizar a
las entidades españolas, ya que la cifra equivale únicamente al 4% del
PIB, sino que esa defensa se debe a que la unión bancaria "es buena"
para todos los miembros de la Eurozona.
Durante su última réplica, De Guindos ha insistido en que con el
rescate bancario se han atajado los problemas de contagio de inseguridad
del 30% del sector bancario que tenía problemas a finales de año al 70%
restante, y ha defendido que la inyección final que necesitarán las
entidades españolas "no es comparable" a la inyección de fondos públicos
que se han hecho en otros países.
"Ojalá lo hubiéramos hecho cuando lo hizo todo el mundo, en 2008 o
2009, cuando no existía ese diferencial (entre la deuda española y la
alemana) y el ratio deuda pública-PIB era del 40%. Además, aunque ahora
no sea mucha la cantidad de los costes y las condiciones de la
recapitalización, la presión que ejercerá sobre el sector público y el
contribuyente será mucho menor que la que tuvimos con el endeudamiento
que acumuló el FROB para conseguir en los mercados los 15.000 millones
anteriores", ha zanjado el ministro.
Frente a estos argumentos, el portavoz económico del PSOE,
Valeriano Gómez, ha interpelado directamente al ministro. "¿Nos van a
rescatar mañana, o pasado, o al otro? ¿Qué quiere hacer el Gobierno?
¿Quiere o no quiere el rescate, el segundo en nueve meses de
legislatura? Son las preguntas que hoy se hace la inmensa mayoría de los
ciudadanos", ha dicho el diputado.
El socialista ha reclamado asimismo una renegociación del MoU con
la UE, dado que finalmente España deberá pedir en torno a 40.000
millones de euros para recapitalizar la banca, menos de la mitad de los
100.000 millones de euros concedidos con Bruselas.
Por su parte, Josep Sánchez Llibre (CiU) ha reclamado al
Ejecutivo la "máxima transparencia, firmeza y urgencia" para pedir el
rescate, "si es que se ha de pedir".
"La eventual solicitud se ha
convertido, desgraciadamente, en una partida de mus para ver qué parte
enreda más a la otra parte, y entendemos que esto no es bueno y que, más
que tranquilizar a los mercados, los desorienta", ha advertido.
Asimismo, ha expresado la "preocupación" de los nacionalistas
catalanes con el retraso en la puesta en marcha del MEDE, porque
provocará que tanto el déficit como la deuda generados por las ayudas
públicas al sector financiero vayan a computar en las cuentas públicas,
algo que "inicialmente no estaba previsto".
El diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) Joan Coscubiela ha
lamentado que el rescate bancario no fuera debatido en el Congreso,
reclamando que si finalmente se acude a un rescate económico más general
los grupos parlamentarios sí tengan ocasión de pronunciarse al
respecto.
Asimismo, ha exigido a De Guindos que se "comprometa a que los
pensionistas nO vean devaluadas sus pensiones como contrapartida al
rescate a los bancos", y ha reclamado al ministro que no utilice un
"lenguaje esotérico" cuando habla de estos temas, sino que sea más claro
y transparente para que los españoles puedan entender lo que está
sucediendo.
Álvaro Anchuelo, de UPyD, se ha preguntado a qué viene el retraso
en la solicitud de la ayuda a Europa, después de que el vicepresidente
económico de la CE, Olli Rehn, reconociera que Bruselas está "dispuesta a
intervenir".
"Si dice eso será porque ya se saben las condiciones. ¿A
qué esperan entonces? ¿Tiene España margen para influir en esas
condiciones o están esperando sólo a que alguien las comunique", ha
preguntado.
"Esperamos sinceramente que esta dilación en la toma de decisiones
no tenga nada que ver con las elecciones gallegas, ni vascas ni
catalanas. El Gobierno tuvo un respiro cuando llegó al poder que
desperdició por esperar a las elecciones (andaluzas y asturianas), y el
margen de maniobra cada vez es menor. Esperamos que entre las
condiciones que el Gobierno tiene en cuenta para retrasar la petición no
se cuenten las elecciones", ha añadido.
Por su parte, Ana Oramas (CC-NC) ha recordado que "las
incertidumbres son malas, y el Gobierno tiene que decidir si va a ir al
rescate o no", y ha defendido que esa decisión "no debe ser sólo del
Gobierno, sino del país".
"Y para eso tiene que ser una decisión
compartida y asumida por todas las fuerzas políticas del país", ha
añadido.