MADRID.- El Tesoro Público español ha colocado
finalmente 7.000 millones de los 22.700 millones demandados en la
emisión sindicada de un bono a diez años, según han informado desde el
Ministerio de Economía y Competitividad.
El organismo ha aprovechado la fuerte demanda para colocar algo
más de la cantidad inicialmente prevista y cerrar así un mes que ha
resultado muy provechoso para el Tesoro.
La demanda final, que ha fluctuado a lo largo del día, ha superado
los 22.700 millones de euros repartidos entre más de 350 cuentas
inversores, convirtiéndose así en la cifra más alta obtenida en una
operación sindicada en la historia del Tesoro. El volumen emitido ha
sido de 7.000 millones de euros, en línea con dos emisiones a 10 años
efectuadas en 2009.
Economía indicó que con esta operación el Tesoro Público demuestra "que goza de pleno acceso al mercado en los tramos más largos de su curva y a tipos sostenibles". Además, señaló que los mercados de capitales confían en los grandes emisores españoles, "como demuestran también las exitosas operaciones de financiación de bancos y empresas".
La emisión, con vencimiento el 31 de enero de 2023 y un cupón del
5,4%, situó la rentabilidad en el 5,403%, equivalente a 365 puntos
básicos por encima del tipo 'mid-swap' y a 26 puntos básicos sobre la
rentabilidad de su 'benchmark' anterior (5,85% enero de 2022), que al
tener ya una vida residual de nueve años ha de cotizarse a una
rentabilidad inferior.
Barclays, BBVA, Citigroup, Goldman Sachs, Santander y
Société Générale CIB han actuado como directores de la emisión. El resto
del grupo de Creadores de Mercado de Bonos y Obligaciones del Estado
han actuado como colíderes.
Para el ministro de Economía, Luis De Guindos, la elevada demanda
supone una señal "clara" de que se ha recuperado parte de la
credibilidad en España y de que se han disipado las dudas sobre el
futuro del euro.
Una sindicación bancaria es una emisión en la que el Tesoro
recurre a sus creadores de mercado de bonos y obligaciones para que
coloquen una emisión directamente a los inversores a un precio acordado.
Estas operaciones, normalmente más gravosas para el Tesoro, le dan
a cambio la oportunidad de emitir un mayor volumen que en una subasta
ordinaria y con una mejor distribución entre los distintos tipos de
inversores.
El mandato al sindicato de bancos colocadores se anunció el día
anterior con el fin de alertar a los inversores de la posible operación.
Al mismo tiempo, el Tesoro Público aprovechó la buena
demanda que observaba en el mercado de Letras del Tesoro y decidió
simultanear la sindicación con la subasta de Letras del Tesoro a 3 y 6
meses. Subastando una cantidad muy inferior a la demanda
(2.784 millones de euros, frente a una demanda de 11.119 millones, a
tipos muy inferiores a los de la última subasta de diciembre) se aseguró
una buena ejecución para la operación sindicada que acaba de
cerrarse.
Así, la enorme demanda ha permitido al Tesoro asignar la emisión
entre inversores de alta calidad. La asignación final ha sido muy
diversificada por zonas geográficas y por tipo de inversor. Los
inversores no residentes han tenido una participación muy destacada en
la emisión, con más del 60% de la asignación total del bono.
En concreto, los inversores basados en Reino Unido han tenido la
mayor participación extranjera, con el 26%, mientras que los países de
la zona euro han tenido una participación del 17%, los países
escandinavos un 7%, Oriente Medio un 3% y los inversores del continente
americano un 3%.
Por tipo de inversor, la mayor participación ha sido de gestoras
de fondos, con un 40% de la emisión, seguido de tesorerías bancarias,
con un 34%, aseguradoras y fondos de pensiones, con un 13%, y bancos
centrales, con un 7%.
Con esta emisión de 7.000 millones de euros, pendiente aún la
segunda vuelta de la subasta de Letras del Tesoro de hoy, el Tesoro
prevé cerrar el mes de enero de 2013 con una emisión total de en torno a
27.000 millones de euros.
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