LONDRES.- España debería ser capaz de cumplir con sus masivas necesidades de
financiación en 2013 gracias al voraz apetito de los inversores que no
se pueden permitir perderse los jugosos tipos de interés pagados por los
bonos españoles.
Algunos inversores internacionales, pese al importante
endeudamiento y pobre crecimiento español, están comenzando a comprar
más deuda; están seguros que si las cosas van mal el Banco Central
Europeo llegará en ayuda- pero también saben que sin deuda española en
sus carteras tendrán que luchar para lograr sus objetivos de
rentabilidad.
"Si rebajas tu posición en deuda española te estás quitando un
activo que paga una rentabilidad del 5 por ciento y lo reemplazas por
deuda alemana que paga el 1,5 por ciento", dijo Ian Stealey, co-manager
de JP Morgan Strategic Bond Fund.
Desde que el presidente del Banco Central Europea, Mario Draghi,
prometió "hacer todo lo necesario para preservar el euro", España ha
luchado para evitar quedarse sin la capacidad de pedir prestado a los
inversores.
El bono español a 10 años que tocó el 7,8 por ciento en julio
ahora cotiza con una rentabilidad del 4,9 por ciento. En los ocho
primeros días de 2013, la rentabilidad ha caído 37 puntos básicos.
Sin embargo, con los bancos locales saciados de deuda española,
el apoyo de los inversores internacionales es crucial si España quiere
mantener sus costes bajo control en un duro ejercicio en el que sus
necesidades de liquidez a largo plazo crecerán un 7,6 por ciento hasta
los 121.000 millones de euros.
El BCE ha prometido que si España pide un programa de rescate
comprará bonos con vencimiento inferior a tres años para mantener los
costes a raya, pero Madrid ha conseguido hasta ahora evitar el quebranto
político que supondría pedir ayuda externa.
Incluso así, sólo la promesa del BCE ha sido suficiente para
convencer a los gestores de fondos internacionales de que, en un momento
donde el retorno de las inversiones en los activos con menor riesgo ha
sido realmente bajos, las altas rentabilidades para la deuda española
son demasiado buenas para dejarlo pasar.
Para aquellos que quieren batir el comportamiento de los índices,
muchos de los cuales todavía incluyen deuda pública española, la
promesa del BCE de entrar en escena ha hecho que el peor escenario del
rescate de España sea menos probable.
Hace cinco meses, la deuda española en manos extranjeras había
caído hasta su nivel más bajo desde la era euro hasta el 33,86 por
ciento del total. Los datos del tesoro a noviembre muestran que la proporción había subido hasta el 35,44 por ciento.
La entrada de capital extranjero llega incluso cuando los
gestores de fondos - incluidos algunos de aquellos que están invirtiendo
más de lo requerido simplemente para replicar los índices de referencia
- son capaces de enumerar una lista de potenciales problemas para la
zona euro.
Draghi dijo esta semana que no había motivos para demasiado
optimismo todavía, mientras los estrategas de bonos dijeron que la
demanda por la deuda española no era una señal del fin de los problemas
de la moneda común.
"Fundamentalmente, no apoyo la entrada en deuda española, pero el
momento relativo de liquidez es muy fuerte y es difícil luchar en este
momento", dijo Richard McGuire, estratega de Rabobank en Londres.
"Los clientes españoles con los que hablamos están bastante de acuerdo con nuestra
visión - ellos también creen que España se verá de nuevo bajo presión.
Pero están largos en deuda española".
Básicamente, algunos creen que las compras generadas por la
necesidad de poner el dinero a trabajar en inversiones de alta
rentabilidad podrían implicar que Madrid pueda evitar un rescate y
comprar el tiempo que necesita para darle la vuelta a su economía sin
necesidad de activar el rescate.
BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo, comenzó a
incrementar su exposición a la deuda española en el tercer trimestre del
año pasado después de que Draghi detallase su programa de compra de
bonos (OMT, por sus siglas en inglés).
Señalan a los crecientes reservas de liquidez del tesoro español y
dicen a continuación que el actual momento de optimismo podría apoyar
la estrategia de una mayor captación de fondos en la primera parte del
año para salvar el obstáculo de los últimos seis meses.
Scott Thiel, director de bonos europeos y globales en BlackRock,
cuyo equipo gestiona 100.000 millones de dólares en activos de renta
fija dijo: "Sugeriría que tienen una buena oportunidad ahora de llegar a
final de 2013 sin el programa de la OMT".
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