WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió hoy unidad
bipartidista en el Congreso para elevar el techo de la deuda, que
sobrepasó el límite de 16,4 billones de dólares, al advertir sobre
devastadores efectos para la economía mundial.
"Si el Congreso se niega a otorgarle a Estados Unidos la capacidad de
pagar sus cuentas a tiempo, las consecuencias para toda la economía
global podrían ser catastróficas', advirtió Obama en su habitual
comparecencia sabatina de radio e Internet.
A su juicio, si los legisladores priorizan el bienestar del país por encima de los intereses partidistas, entonces será posible disminuir el gasto y elevar los impuestos de manera que reduzca el déficit y proteja a la clase media.
También dijo que no cederá ante las presiones de la bancada republicana, que busca condicionar cualquier acuerdo a nuevos recortes en el gasto público, porque está en juego la calidad crediticia.
"Nuestras familias y negocios no pueden permitirse nuevamente ese peligroso juego (...) No estoy dispuesto a hacer concesiones en si el Congreso debe pagar o no lo adeudado en una cuenta que ellos mismos han acumulado" dijo.
El Congreso dispone de casi dos meses para aumentar de nuevo el umbral y evitar que el país se declare en suspensión de pagos.
En respuesta a Obama, el legislador republicano Dave Camp indicó de manera sutil que sus correligionarios mantendrán su exigencia de disminuir los gastos a cambio de elevar de nuevo el techo de deuda.
"Muchos de nuestros colegas demócratas simplemente no parecen entenderlo. Conforme volvemos nuestra atención hacia negociaciones futuras sobre el límite de deuda y el presupuesto, debemos identificar formas responsables de abordar el derrochador gasto de Washington", dijo.
En ese punto, aseveró que los estadounidenses saben que "cuando no queda más dinero en la cuenta bancaria y las tarjetas de crédito han sido agotadas, el gasto debe cesar.
A su juicio, si los legisladores priorizan el bienestar del país por encima de los intereses partidistas, entonces será posible disminuir el gasto y elevar los impuestos de manera que reduzca el déficit y proteja a la clase media.
También dijo que no cederá ante las presiones de la bancada republicana, que busca condicionar cualquier acuerdo a nuevos recortes en el gasto público, porque está en juego la calidad crediticia.
"Nuestras familias y negocios no pueden permitirse nuevamente ese peligroso juego (...) No estoy dispuesto a hacer concesiones en si el Congreso debe pagar o no lo adeudado en una cuenta que ellos mismos han acumulado" dijo.
El Congreso dispone de casi dos meses para aumentar de nuevo el umbral y evitar que el país se declare en suspensión de pagos.
En respuesta a Obama, el legislador republicano Dave Camp indicó de manera sutil que sus correligionarios mantendrán su exigencia de disminuir los gastos a cambio de elevar de nuevo el techo de deuda.
"Muchos de nuestros colegas demócratas simplemente no parecen entenderlo. Conforme volvemos nuestra atención hacia negociaciones futuras sobre el límite de deuda y el presupuesto, debemos identificar formas responsables de abordar el derrochador gasto de Washington", dijo.
En ese punto, aseveró que los estadounidenses saben que "cuando no queda más dinero en la cuenta bancaria y las tarjetas de crédito han sido agotadas, el gasto debe cesar.
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