BERLÍN.- El hasta ahora robusto mercado laboral alemán no está lo
suficientemente preparado para una recesión profunda, pero el desempleo
no debería subir sobre los tres millones de personas en promedio este
año, dijo el jefe de la Oficina del Trabajo, Frank-Juergen Weise, citado
este sábado por una revista local.
Pese a que aumentan las expectativas de que la mayor economía de
Europa se contraiga a fin de año, subsidios del Gobierno, medidas
temporales y la escasez de mano de obra calificada aún hacen improbable
que se registren despidos generalizados.
La tasa de desempleo de Alemania se mantuvo estable en un 6,9 por
ciento en diciembre del 2012, con 2,942 millones de personas sin
trabajo, y los economistas prevén pocos cambios en esa tendencia en la
medida en que la crisis de la zona euro y el panorama económico global
no empeoren significativamente.
Aún así, Weise dijo que será un año difícil.
"El mercado laboral soportará una profunda recesión por un año como mucho", afirmó Weise a la revista local.
"Las altas reservas de la Oficina del Trabajo ya no están y
después de que los pagos de contribuciones fueron rebajados en el 2012,
no tuvimos la oportunidad de reconstruir reservas nuevas
significativas", agregó.
Años de contención de los salarios y reformas estructurales
aplicadas a mediados de la década del 2000 han dejado al mercado laboral
en una posición sólida, especialmente en comparación con sus pares en
Europa como España, donde la cesantía alcanzó un récord de un 25 por
ciento en el tercer trimestre del 2012.
Kurzarbeit, un plan de empleo de corto tiempo subsidiado por el
Gobierno que fue usado ampliamente durante la crisis financiera global,
dio a Alemania la flexibilidad para salir de su recesión a comienzos del
2009 más rápidamente que otros países.
Weise afirmó que la Oficina del Trabajo espera que en promedio
100.000 empleados sean afectados por Kurzarbeit en el 2013, pero que la
entidad está preparada para 180.000, o casi tres veces el número del
2012, y que ha reservado un presupuesto de 600 millones de euros para
ese propósito.
En el punto más álgido de la recesión del 2009, alrededor de 1,7
millones de personas operaban bajo el plan y algunas empresas como Opel
-la unidad alemana de la automotriz estadounidense General Motors- y la
siderúrgica ThyssenKrupp ya han dicho que volverán a operar bajo ese
esquema.
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