LISBOA.- El FMI ha identificado recortes del gasto público en
Portugal por 4.000 millones de euros, dijo el miércoles el Gobierno,
iniciando un debate sobre lo que podría ser un tijeretazo profundamente
impopular del estado de bienestar luso que el Ejecutivo califica de
insostenible.
El Gobierno lanzó una iniciativa en otoño para recortar
4.000 millones de euros en gasto a través de una reforma de pies a
cabeza del Estado y pidió ayuda al Fondo Monetario Internacional para
identificar dónde deberían realizarse los recortes.
El Gobierno difundió el informe el miércoles por la
tarde, pero sólo después de que fuera publicado por el diario Journal de
Negocios, que desató un acalorado debate sobre lo que promete ser una
mayor erosión del estado del bienestar.
El informe enumeró despidos a gran escala de
funcionarios públicos y reducciones en pensiones, pero también sugirió
recortar en educación, sanidad y prestaciones por desempleo para ahorrar
dinero.
"Lo que es obvio, es que lo que tenemos hoy no es
sostenible, podemos hacerlo mejor con menos recursos", dijo Carlos
Moedas, secretario de Estado del Gobierno encargado de supervisar las
medidas relacionadas con el rescate de 78.000 millones de euros.
"Tenemos que construir un Estado que no pese tanto a los ciudadanos y los impuestos que tienen que pagar".
La consideración de los recortes se produce en un duro
momento para los portugueses que afrontan este año las mayores subidas
de impuestos de las últimas décadas mientras el Gobierno trata de
aumentar los ingresos para asegurar que se cumplen los objetivos
presupuestarios incluidos en el rescate.
Portugal entró en su recesión más profunda desde los
años 70 el año pasado y el desempleo está en máximos históricos, por
encima del 16 por ciento.
Los recortes del gasto pretenden preparar el sector
público del país para cuando expire el rescate de la Unión Europea y el
FMI. Según el plan de rescate, está previsto que Portugal vuelva a
financiarse por sí mismo en el mercado de bonos en la segunda mitad de
este año.
Puesto que la oposición al rescate de Portugal se ha
disparado en los últimos meses, los portugueses reaccionarían a
cualquier previsión de nuevos ajustes muy probablemente con ira, al
temer que su estado del bienestar ya está siendo erosionado por las
medidas de austeridad.
El mayor sindicato del país, el CGTP, emitió un
comunicado el miércoles titulado "Reforma del Estado para promover el
terrorismo social".
El presupuesto del Gobierno para 2013 ya ha sido
recurrido ante el Tribunal Constitucional del país por la oposición de
izquierdas y si se adoptan reducciones más profundas del estado de
bienestar podría haber nuevos recursos.
Aunque los recortes no eran parte original del rescate
del país, que fue firmado en 2011, serán evaluados por los prestamistas
portugueses - la UE y el FMI - en la próxima revisión de la economía en
febrero.
El ministro del rescate, Moedas, dijo que el informe
del FMI será sólo una contribución al debate sobre las reformas
necesarias, que esperaba que fuera lo más amplio posible.
Entre las posibles medias esbozadas por el FMI está una
reducción de entre el 10 y el 20 por ciento de los funcionarios, que
ahorraría entre 795 y 2.700 millones de euros.
El informe también determinó que un recorte
generalizado de las pensiones del 10 por ciento ahorraría 2.300 millones
de euros, aunque identificó varias alternativas, como reducir sólo las
futuras pensiones, que evitaría gastar 600 millones de euros.
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