BRUSELAS.- El primer ministro belga, Elio Di Rupo, señaló hoy en
su discurso de Año Nuevo que espera que Bélgica siga en una dinámica
positiva en 2013 después de haber recuperado la credibilidad de los
mercados gracias a las reformas acometidas en los últimos años.
El socialista francófono ha querido lanzar "un mensaje de apoyo,
confianza y esperanza a los ciudadanos de Valonia, Bruselas y Flandes"
de cara al año que acaba de comenzar, para el que las previsiones del
Banco Nacional de Bélgica (NBB) auguran que la economía belga se
estancará en 2013 al registrar un crecimiento nulo.
Di Rupo apuntó como prioridades para los próximos doce meses el
mantenimiento del empleo y la creación de nuevos puestos de trabajo,
aunque la previsión es que se pase de una tasa de desempleo del 7,4% en
2012 a un 8,1% en 2013, dice el NBB.
El primer ministro belga ha concluido su discurso haciendo un
llamamiento a toda la nación a trabajar juntos, una condición que
consideró imprescindible para que el país retome la senda del
crecimiento.
"Pido a todos los actores de nuestra sociedad a jugar un papel
decisivo para acelerar la salida de la crisis y amplificar el actual
enderezamiento", dijo.
Para Di Rupo, Bélgica "ha conseguido en un año reencontrar la
credibilidad en la esfera internacional y en los mercados financieros".
Detrás se encuentra según él el plan de reformas institucionales
promovido por el gobierno, de disciplina presupuestaria y de reforma de
las pensiones y del mercado de trabajo.
A tenor de las previsiones del NBB y dado que el Gobierno belga se
basa en su presupuesto en un crecimiento del 0,7 % del PIB en 2013,
Bélgica tendrá que hacer un esfuerzo fiscal adicional de 0,6 puntos
porcentuales, lo que equivale a unos 2.000 millones de euros.
La entidad prevé que el PIB belga se siga contrayendo "ligeramente"
en el último trimestre de 2012 y en los primeros tres meses de 2013,
tras un crecimiento negativo o nulo en los dos trimestres anteriores,
indica la entidad monetaria.
No obstante, a partir del segundo trimestre de 2013 la economía belga
debería empezar a recuperarse de forma gradual, impulsada inicialmente
por la demanda externa y por un leve resurgimiento de la demanda
doméstica, calcula el NBB en su última estimación de diciembre de 2012.
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