WASHINGTON.- El número total de miembros de los sindicatos en
Estados Unidos se redujo el año pasado en 400.000 personas, un 0,5%, el
peor descenso desde hace seis años a pesar de que se crearon 2,4
millones de trabajos, informó hoy la Oficina de Estadísticas Laborales.
De 2010 a 2011, el número aumentó en 50.000, y el porcentaje de trabajadores sindicalizados cayó sólo un 0,1 %.
El año 2012 fue para los sindicatos un año de batalla en algunos
estados, como en Wisconsin, donde se aprobó una ley el año anterior que
frenó los derechos de negociación colectiva de la mayoría de los
empleados del gobierno estatal, mientras que Indiana y Michigan
aprobaron leyes que alientan a los trabajadores del sector privado al
abandono de las afiliaciones.
La afiliación sindical de los trabajadores del sector privado se redujo al 6,6 % en 2012, mientras que en 2011 era del 6,9 %.
La única minoría que incrementó su afiliación fue la hispana con un 0,1 %.
La oficina indicó que la afiliación sindical entre los empleados del
sector público se redujo al 35,9 por ciento en 2012, desde un 37 por
ciento registrado el año anterior, y había más miembros de los
sindicatos en el sector público (7,3 millones) que en el sector privado
(7 millones).
El presidente de la Federación sindical más grande del país, la
AFL-CIO (por sus siglas en inglés), Richard Trumka, aseguró tras conocer
los datos que "las mujeres y hombres trabajadores necesitan con
urgencia una voz en el trabajo, pero la triste verdad es que se ha
vuelto más difícil para ellos tener una, como las cifras actuales sobre
la afiliación sindical demostrado.
"La afiliación impacta en cada factor económico que le importa a los
trabajadores: caída de los salarios, el aumento de los costos de
atención de salud, las hipotecas. (...) La acción colectiva a través de
los sindicatos sigue siendo la mejor manera para que los trabajadores
logren cambios", insistió.
"Sin embargo, nuestra economía todavía está en la lucha. Algunas
leyes y políticos débiles, así como algunos ataques ideológicos, han
hecho mella en la afiliación sindical y, por tanto, en el proceso
también se pone en peligro la seguridad económica y los buenos puestos
de trabajo de la clase media", añadió Trumka.
Entre los estados, Carolina del Norte tenía la menor tasa de
sindicalización, el 2,9 %; seguido de un 3,2 % por ciento en Arkansas y
un 3,3 % en Carolina del Sur.
Nueva York tuvo la mayor tasa, un 23,2 %, seguido por Alaska con el 22,4 % y el 21,6 % en Hawaii.
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