FRANCFORT.- La eurozona puede comenzar 2013 con más confianza que
el año pasado, pero depende de sus gobiernos sacar adelante el bloque
con reformas mientras el Banco Central Europeo permite una estabilidad
de precios, dijo el martes el presidente de la entidad Mario Draghi.
La promesa de Draghi en julio de hacer "todo lo que
haga falta" para preservar el euro y su consiguiente plan para un nuevo
programa de compra de bonos del BCE ayudó a la eurozona a dejar atrás la
posibilidad de una quiebra.
En su discurso de año nuevo, el presidente del BCE
destacó el impacto que el plan de compra de bonos - denominado
Transacciones Monetarias Directas (OMT, por sus siglas en inglés) - tuvo
en el alivio de las tensiones, pero trasladó a los gobiernos la
responsabilidad de llevar adelante las reformas necesarias para mantener
la confianza en el bloque.
El compromiso mostrado el año pasado por los
legisladores del bloque de 17 países para asegurar un euro estable
significa que "las nubes más oscuras que estaban sobre la eurozona
menguaron" en 2012, dijo Draghi.
"Comenzamos 2013 con más confianza de que la que
teníamos en enero de hace un año", dijo el italiano en su discurso ante
la Cámara de Comercio de Fráncfort, añadiendo con rapidez que el BCE se
estaba centrando en su meta principal de mantener los precios estables.
"Esta confianza se debe en buena parte al progreso que
todos nosotros - gobiernos, parlamentos, la UE y el BCE - hemos logrado
durante 2012. Pero también es crucial construir sobre la expectativa de
que el progreso continuará".
El BCE ha mostrado su compromiso de hacer lo que sea
necesario, dentro de su mandato, para proteger la estabilidad del euro,
aseguró Draghi. "Solo una moneda cuya existencia futura no está en duda
puede ser una moneda estable".
Draghi reconoció que los caminos de reformas que muchos países persiguen son difíciles.
"Pero simplemente no hay alternativa al camino de reforma", afirmó.
"Pese a los buenos progresos que hasta ahora muestran
los ajustes, los esfuerzos de reformas necesitan ser sostenidos (...)
Los países necesitan competitividad para mantener el crecimiento",
agregó.
Los gobiernos no deberían moderarse en su procesos de reforma, según Draghi.
"La relativa calma en los mercados financieros no
debería llevar a rebajar nuestras ambiciones de solucionar los defectos
estructurales en el marco de gobernanza de la zona euro", apuntó.
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