LA HABANA.- Una nueva ley tributaria, que incluye 25 impuestos,
entró en vigor este martes en Cuba con el fin de dotar al Estado de
mayores recursos, como parte de las reformas económicas del presidente
Raúl Castro.
Después de medio siglo de paternalismo estatal sin pagar impuestos,
los cubanos han comenzado a tener obligaciones tributarias en el marco
de las reformas impulsadas por Raúl Castro desde que sucedió a su
hermano enfermo Fidel en 2006, y que han abierto mayor espacio a la
iniciativa privada, aunque el Estado sigue controlando más del 90% de la
economía del único país comunista de Occidente.
"La política fiscal cubana estará a partir de hoy (martes) en
sintonía con la actualización del modelo socio-económico del país, al
entrar en vigencia una nueva ley tributaria que complementa su
sostenibilidad", dijo la agencia cubana Prensa Latina.
"Entre los propósitos de esa legislación, que se aplicará de manera
paulatina, está contribuir al incremento sostenido de la eficiencia
económica y de los ingresos al presupuesto del Estado", agregó.
El 23 de julio pasado el Parlamento aprobó "por unanimidad y
aplausos" esta ley que acompaña las reformas que buscan hacer eficiente
el agotado modelo económico de corte soviético, que la isla ha seguido
por medio siglo.
La norma sustituye a una ley dictada en 1994 por Fidel Castro, cuando
introdujo unas tímidas reformas en medio de una aguda crisis económica.
La nueva ley "grava los ingresos personales (con un tributo) a ser
pagado por los cubanos y extranjeros con residencia permanente en el
país por todos los ingresos que generen tanto en el territorio nacional
como en el exterior", dijo Prensa Latina.
"También abarca a las personas naturales cubanas y extranjeras que no
tengan residencia permanente en la isla, pero que generen ingresos en
ella", añadió.
La ley incluye 25 tributos -siete más que la anterior-, sobre
ingresos personales, utilidades, ventas, propiedad de viviendas,
utilización de fuerza de trabajo, transporte terrestre y propiedad o
posesión de tierras agrícolas, entre otros.
También contempla un impuesto al salario, pero éste no se aplicará
por ahora. En Cuba el salario promedio mensual equivale a 20 dólares.
"En cualquier país del mundo es necesario pagar impuesto, lo que
sucede es que en Cuba no hay ningún tipo de cultura (tributaria) y va
haber por supuesto rechazo de muchas personas", dijo el
economista opositor Oscar Espinosa Chepe.
Las reformas económicas, que el gobierno dice que son una
"actualización" del modelo socialista, han abierto espacio a la
iniciativa privada y al trabajo por cuenta propia. Al amparo de ellas
han abierto miles de pequeños negocios, entre ellos restaurantes
privados o "paladares", talleres y salones de belleza.
Los trabajadores privados o "cuentapropistas" son ahora casi 400.000,
pero el Estado sigue siendo el principal empleador en la isla, con una
planilla de cinco millones de trabajadores.
Como parte de las reformas, el gobierno entregó 1,5 millones de
hectáreas de tierras estatales ociosas en usufructo a unos 176.000
campesinos privados y cooperativas, autorizó la compraventa de casas y
autos (prohibida durante medio siglo), permitió la creación de
cooperativas no agrícolas y creó conglomerados empresariales estatales,
similares a los existentes en países capitalistas.
"El nuevo sistema (impositivo) crea, a mi criterio, desventajas para
los pequeños cuentapropistas, en relación con lo que se está hablando
para las empresas estatales, que van a pagar según sus utilidades, según
lo real", dijo Espinosa Chepe.
"A los cuentapropistas se les fija una serie de mecanismos puestos de
antemano, calculados en forma muy arbitraria. Todo está hecho para
evitar que la iniciativa individual prospere", afirmó.
El plan de reformas fue ratificado por el VI Congreso del gobernante
Partido Comunista (único), en abril de 2011. Raúl Castro declaró el 13
de diciembre que las reformas marchan "con paso seguro" y se
profundizarán.
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