LISBOA.- La UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) parecen
dispuestos a suavizar, aunque poco, las exigencias del rescate de
Portugal, según líderes sindicales y empresariales lusos que se
reunieron hoy con una misión de ambos organismos.
Las organizaciones patronales y sindicales de Portugal, entre las que
hay coincidencias sobre la necesidad de reactivar la economía y el
empleo en el país, expusieron hoy sus planteamientos a la "troika" (el
FMI, y la Comisión y el Banco Central europeos).
Los representantes de los llamados agentes sociales creen que la
troika se plantea ajustes, aunque de poco calado, al programa de
recortes de Portugal.
La reunión de hoy se celebró entre las fuerzas sociales lusas y la
misión de la UE y el FMI que se encuentra en Portugal desde el lunes
para realizar la séptima evaluación del programa de ajustes asociado al
rescate de 78.000 millones de euros otorgado al país en mayo de 2011.
A la salida del encuentro, sindicatos y empresarios mostraron, sin
embargo, contradicciones en la interpretación del alcance de las
intenciones de la troika.
Por una parte, los representantes de la Unión General de Trabajadores
(UGT, socialista) y la Confederación Empresarial de Portugal (CIP)
vieron signos de apertura para flexibilizar las indemnizaciones por
despido y los objetivos de déficit de Portugal.
En cambio, la Confederación General de Trabajadores Portugueses
(CGTP, comunista) y la Confederación del Comercio y Servicios de
Portugal (CCP) -los más críticos con las medidas de austeridad aplicadas
en Portugal- creen que no hay cambios importantes en la postura de los
organismos internacionales.
Así, el secretario general de la UGT, Joao Proença, consideró que la
troika está "sensibilizada" sobre las propuestas de los agentes sociales
para frenar la austeridad, y António Saraiva, presidente de la CIP, vio
en esos organismos una apuesta por la inversión y la concesión de
créditos a las empresas.
Por el contrario, Arménio Carlos, secretario general de la CGTP, dijo
que los portavoces no se comprometieron a ninguna alteración de fondo y
añadió: "para ellos lo que continúa contando son los números".
Joao Vieira Lopes, de la patronal del comercio, compartió la
preocupación por la "gran falta de flexibilidad" frente a las peticiones
de ampliar los plazos para cumplir el déficit luso, entre otros.
"Eventuales pequeños ajustes no alteran el fondo de la cuestión. En lo esencial no hubo grandes cambios", concluyó Vieira Lopes.
En esta séptima evaluación, que se repite cada tres meses para
analizar el cumplimiento del programa, se analiza una reforma del Estado
para ahorrar otros 4.000 millones de euros, así como la ampliación del
plazo para cumplir los objetivos del déficit, solicitada por el Gobierno
portugués.
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), el portugués Vítor
Constancio, se refirió hoy a la posibilidad de que su país obtenga un
año más para corregir el déficit y sostuvo que hay muchos precedentes.
En declaraciones a los periodistas en Bruselas, Constancio recordó,
sin embargo, que si Portugal recurre, como ya ha planteado, al nuevo
mecanismo del BCE para comprar deuda (las Transacciones Monetarias
Abiertas, OMT en inglés) necesitará acordar un nuevo programa de ajustes
con la UE, a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad.
Portugal, cuyo PIB disminuyó un 3,8 por ciento en el último trimestre
de 2012, atraviesa la peor recesión de su democracia, que ha llevado el
desempleo al 17 por ciento.
En sus 20 meses en el poder, el Gobierno luso ha aplicado varios
paquetes de medidas de austeridad en medio de una fuerte contestación de
la oposición de izquierda y los sindicatos y la desaprobación de la
patronal.
La política económica del primer ministro Pedro Passos Coelho ha
motivado también dos huelgas generales y multitudinarias
manifestaciones.
Este sábado, con el apoyo de varios gremios profesionales, ha
convocado otra marcha en las principales ciudades el movimiento "Que se
lixe a troika" (que se fastidie la troika), protagonista en las últimas
semanas de continuos actos de protesta contra los miembros del Gobierno
en sus actos públicos.
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