domingo, 3 de febrero de 2013

Los líderes europeos buscan este jueves un acuerdo sobre el presupuesto de la Unión Europea

BRUSELAS.- Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 buscarán a partir del jueves, en su primera cumbre del año, lograr al segundo intento un acuerdo sobre un presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020 recortado debido a la crisis.
 
   Las posturas siguen muy alejadas entre los contribuyentes netos, liderados por Reino Unido y Alemania, que reclaman todavía más ajustes en línea con la austeridad exigida a las capitales, y los mayores beneficiarios de las ayudas europeas, como España, que tratan de limitar el alcance de las rebajas.
   No obstante, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, parece optimista sobre las posibilidades de acuerdo y ni siquiera ha pedido a las delegaciones que reserven habitación para el viernes por la noche, a diferencia de lo ocurrido en noviembre, lo que significa que espera un compromiso en la madrugada del jueves al viernes, según fuentes europeas.
   El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ha defendido en los últimos días un pacto sobre el presupuesto ambicioso que sirva de palanca para reactivar el crecimiento. Y ha propuesto incluir un nuevo fondo específico para combatir el paro, en particular el juvenil, en los países más afectados por la crisis como España.
   El punto de partida de la negociación será la última propuesta de compromiso que presentó Van Rompuy en la cumbre de noviembre, el primer intento fracasado de pactar el presupuesto, de acuerdo con las fuentes consultadas. El presidente del Consejo Europeo plantea un recorte de 80.000 millones de euros respecto al plan original de la Comisión (que ascendía a 1,091 billones para 7 años).
   Esta última oferta mejora la posición de España en comparación con el primer plan Van Rompuy, que hubiera supuesto pérdidas por valor de 20.000 millones de euros en fondos europeos en comparación con el periodo actual 2007-2013. En concreto, incluye un fondo específico para España de 2.750 millones de euros, además de incrementos en las subvenciones agrícolas y regionales. Como contrapartida, recorta las ayudas a I+D, infraestructuras y medidas para mejorar la competitividad de la economía europea.
   Durante la fase final de las negociaciones en noviembre, Francia, España e Irlanda todavía pidieron un aumento de 6.000 millones de euros en las subvenciones para la política agrícola.
   En el bando opuesto, Reino Unido exigió un recorte extra de 30.000 millones de euros para dar su visto bueno al presupuesto y pidió más ajustes en los salarios de los eurofuncionarios y los presupuestos de las instituciones europeas. Los británicos cuentan con el apoyo de Alemania, Holanda, Finlandia, Suecia y Dinamarca y en Bruselas se teme que el primer ministro, David Cameron, endurezca todavía más su postura tras haber prometido un referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la UE.
   La negociación se complica todavía más por la postura de la Eurocámara, que rechaza nuevos recortes y tiene que dar su consentimiento al resultado final.

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