viernes, 15 de febrero de 2013

Las ventas minoristas británicas caen inesperadamente en enero

LONDRES.- Las ventas minoristas británicas cayeron inesperadamente en enero debido a que la caída de nieve afectó a las tiendas de alimentos y a otros minoristas, reviviendo preocupaciones de que la economía pueda estar cayendo en una tercera recesión en cuatro años.
 
Los volúmenes de ventas, incluyendo combustible para automóviles, cayeron un 0,6 por ciento tanto a nivel mensual como interanual, dijo el viernes la Oficina Nacional de Estadísticas, lo que se compara con expectativas de los analistas por un sólido crecimiento para ambas lecturas.
"Si este es el tipo de interrupciones que vemos por la nieve y es reflejada en la producción en el resto de la economía, entonces podrían ser malas noticias para el primer trimestre", dijo el economista de Berenberg Bank Rob Wood.
La libra esterlina alcanzó un mínimo nivel en seis meses contra el dólar y los bonos del Gobierno británico extendieron ganancias tras la divulgación del dato.
Economistas consultados pronosticaban un alza del 0,4 por ciento mensual en enero. La Oficina Nacional de Estadísticas también revisó a la baja los números de diciembre.
Además del golpe temporal debido al mal clima, el poder adquisitivo de los británicos ha sido menguado por una persistente inflación en los últimos años.
El Banco de Inglaterra advirtió el miércoles que la alta inflación persistirá mucho más tiempo que el estimado hace tres meses, lo que apunta a una caída en los salarios reales de los británicos, que ya se encuentran en su mínimo nivel desde el 2003.
"Cuando miramos a los números generales para Navidad -tendemos a mirar a entre noviembre y enero- han sido excepcionalmente débiles", comentó George Buckley, economista de Deutsche Bank. "La inflación se ha acelerado y eso podría significar que los volúmenes de ventas han sido más débiles", agregó.
La Oficina Nacional de Estadísticas dijo que la principal razón detrás de la caída de las ventas fue el mal tiempo durante el mes, lo que llevó a cierres de algunas tiendas de abarrotes más pequeñas y provocó la mayor caída mensual en ventas de alimentos desde mayo del 2011.
Los alimentos fueron responsables por más de un 40 por ciento del total de ventas minoristas británicas en enero, de acuerdo a la medición de la Oficina Nacional de Estadísticas.
La cantidad de comida vendida cayó un 2,6 por ciento en comparación con enero del año pasado y tocó su menor volumen desde abril del 2004.
La participación de ventas de alimentos online saltó en casi un tercio, probablemente otro reflejo de que el mal tiempo mantuvo a los compradores en casa. El incremento en las compras online ayudó a los grandes minoristas, afirmó la Oficina Nacional de Estadísticas.
La ONS dijo que las ventas minoristas, excluyendo combustibles, cayeron un 0,5 por ciento en el mes, pero subieron un 0,2 por ciento en comparación con enero del 2012, lecturas mucho más débiles que al alza del 0,4 por ciento mensual y del 1,4 por ciento interanual pronosticada por los economistas.

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