viernes, 8 de febrero de 2013

Aumento de comercio y créditos impulsan la economía de China mientras la inflación acecha

PEKÍN.- Las exportaciones e importaciones de China crecieron y los créditos nuevos aumentaron en enero, según revelaron el viernes los primeros datos económicos duros del año en el país, los cuales apuntan no sólo a una sólida recuperación de la demanda doméstica y externa, sino a más riesgos inflacionarios.
 
Las exportaciones crecieron un 25 por ciento interanual y superaron una previsión de un aumento del 17 por ciento de un sondeo. Las importaciones aumentaron un 28,8 por ciento para superar cómodamente una previsión promedio de un alza de un 23,3 por ciento.
Eso dejó al país con un superávit comercial de 29.200 millones de dólares en enero, comparado con una estimación de 22.000 millones de dólares y con los 31.600 millones de dólares de diciembre.
Los nuevos préstamos de los bancos superaron las expectativas en enero al ubicarse en 1,07 billones de yuanes (172.000 millones de dólares) y más que duplicar la cifra de diciembre. La totalidad del financiamiento social -una medición amplia de la liquidez en la economía- ascendió a 2,54 billones de yuanes, muy por encima de los 1,63 billones de diciembre.
Sin embargo, los economistas son cautos a la hora de sacar conclusiones apresuradas sobre los datos de un mes inevitablemente distorsionado por la festividad del Año Nuevo Lunar, que este año cae en febrero pero que se celebró en enero en el 2012.
De todas maneras, el consenso sugiere que la recuperación económica que se inició a fines del 2012 se está fortaleciendo.
"En general no hay necesidad de preocuparse sobre la solidez de la recuperación de China", dijoSun Junwei, economista de HSBC en Pekín.
"Estas son cifras muy robustas, particularmente el financiamiento social final. Esto significa para mí que, más allá del repunte de los préstamos bancarios, existe una fuerte demanda de créditos en la economía", sostuvo Sun, que espera que los próximos datos también reflejen la tendencia alcista.
Luego de siete trimestres consecutivos de desaceleración, el crecimiento repuntó en los últimos tres meses del año pasado. De todas formas, el 2012 marcó el año de menor expansión económica en China desde 1999.
Los inversores consideraron que la recuperación económica estaba intacta. Los precios de las acciones subieron en Asia, pese a la presión por tomar ganancias en la región de cara al receso por el Año Nuevo Lunar, mientras que los futuros del cobre y del petróleo también ganaban terreno.
La solidez exportadora también apunta a señales de una recuperación más allá de las fronteras de China en las gigantescas economías de la Unión Europea y Estados Unidos.
La inflación minorista de enero de desaceleró a un 2% desde el máximo de siete meses de un 2,5 por ciento registrado en diciembre, lo que sugiere que las presiones de los precios están controladas por ahora.
Los economistas esperan que la inflación china se acelere durante el primer trimestre, aunque es posible que no supere el 3,5 por ciento en el 2013, un umbral que según creen será anunciado por el Gobierno como su meta.
El banco central chino está tomando una postura más cauta y en su reporte de política monetaria del miércoles dio indicios de que aplicaría cambios ante los riesgos de inflación generados por el crecimiento en el cuarto trimestre.
"A medida que la economía transita por otra etapa de crecimiento, los controles económicos siempre deben poner énfasis en contener los riesgos inflacionarios", dijo el Banco Popular de China.
Yao Wei, economista de Societe Generale en Hong Kong, concuerda en que hay razones para preocuparse, y apunta al incremento interanual de un 2,9 por ciento en enero en los precios de los alimentos.
El IPC de China subió un 1 por ciento en enero desde diciembre, una cifra mayor al consenso de un avance del 0,9 por ciento y el aumento mensual más elevado desde enero del 2012. De hecho, un 90 por ciento del incremento se debió al ascenso en los precios de los alimentos, dijo Yu Qiumei, funcionario de la Oficina Nacional de Estadísticas.
Además de la mayor inversión estatal como fuente potencial de inflación, el mercado inmobiliario está mostrando señales de fortaleza una vez más, puesto que los precios treparon a máximos récord pese a las medidas tomadas en un intento por enfriar el sector.

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