jueves, 28 de febrero de 2013

EEUU se prepara para recortes del gasto público

WASHNGTON.- Los distintos departamentos del gobierno estadounidense se aprestaban a implantar los recortes del gasto que se activarán a partir de mañana viernes, al tiempo que el presidente Barack Obama acusó a los republicanos de amenazar el crecimiento al negarse a aumentar los impuestos a los más ricos.

Tras el fracaso en el Senado hoy jueves de un plan demócrata que suponía un aumento de los impuestos a los más ricos para evitar los recortes de 85.000 millones de dólares hasta el 30 de setiembre, que representarán una reducción del 8% de los gastos anuales en defensa y del 5% en el resto del presupuesto, Obama afirmó en un comunicado que los legisladores conservadores habían decidido "amenazar" a la economía con "un conjunto de recortes presupuestarios automáticos y arbitrarios".
"Los republicanos del Senado tenían (la oportunidad de) optar sobre el modo de hacer crecer nuestra economía y reducir nuestro déficit. Y en lugar de suprimir una exoneración fiscal que beneficiaba a los más ricos (...) eligieron emprenderla contra los servicios decisivos destinados a los niños, a las personas de más edad, a los militares y a sus familias", denunció el presidente en un comunicado.
"Votaron a favor de hacer caer toda la carga de la lucha contra el déficit sobre la clase media", aseguró Obama.
Durante varias semanas, las distintas dependencias del gobierno federal multiplicaron sus advertencias sobre las consecuencias de los recortes, que afectan las funciones de regulación así como a otras áreas del presupuesto como el transporte, la educación y las inspecciones sanitarias.
Las declaraciones de Obama tuvieron lugar en víspera de una reunión con los líderes del Congreso en la Casa Blanca el viernes, que fue convocada por el presidente el miércoles, cuando advirtió sobre las consecuencias negativas de los recortes sobre la economía.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, anunció este jueves que revisará a la baja la previsión de crecimiento para Estados Unidos en 2013 a raíz de esta cura de austeridad, de 2% a 1,5%.
El Senado rechazó también este jueves un proyecto de ley presentado por los republicanos, que mantenía el recorte de 85.000 millones de dólares del presupuesto, pero le daba poder al presidente para repartir la reducción entre los diferentes departamentos del gobierno, de acuerdo a su libre determinación.
De esta manera, los republicanos pretendían permitir a la administración salvar algunos programas considerados cruciales, como el de defensa, y desplazar la carga de los recortes a programas superfluos.
"Los recortes generalizados son irresponsables y no distinguen entre programas de alta prioridad de aquellos de baja prioridad", justificó el senador republicano Jim Inhofe.
Los demócratas rechazaron este acuerdo, pero no lograron que los republicanos apoyaran su proyecto, que suponía la reducción del déficit a partir de un nuevo aumento de los impuestos.
En este sentido, John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, reiteró la postura de su partido contraria a un nuevo aumento de los tributos.
"El presidente ya tuvo su alza de impuestos", recordó, en referencia al acuerdo del 1 de enero que impuso más tributos a los más ricos.
"¿Cuánto dinero más quieren robarle a los estadounidenses para financiar al Estado?", expresó.
De hecho, una gran parte del presupuesto (pensiones, salud) no se verá afectada, lo que explica la reducción del 8% de los gastos en defensa y del 5% en el resto del presupuesto.
Algunos demócratas también recordaron que no habrá recortes en los programas sociales para los sectores más vulnerables, lo que se compensa con fuertes rebajas del gasto en el Pentágono.
Según un sondeo de Gallup publicado el jueves, 56% de los estadounidenses estiman que los recortes presupuestarios agravarán la situación económica del país. En tanto, un 45% no cree que su situación financiera personal se verá afectada por las medidas, mientras que un 44% cree que sí.

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