BERLÍN.- El Gobierno alemán ya ha salido a la palestra, tras el complicado
escenario político que se ha instalado en Italia después de unas
elecciones especialmente desconcertantes, para advertir al próximo
Gobierno italiano, sea el que sea, que sólo admitirá un camino a seguir:
el de las reformas.
Esta mañana se ha pronunciado sobre los resultados electorales italianos un portavoz de la CDU, que es el partido de la canciller, Angela Merkel. Esta persona ha dicho que "Italia necesita un gobierno en funcionamiento que mantenga el camino de las reformas emprendido por Monti". Mario Monti es el tecnócrata que ha gobernado el país durante el último año y medio.
También ha hecho algunos comentarios el ministro de Economía alemán, el liberal Philipp Roesler, quien ha afirmado que no hay alternativa a las reformas estructurales emprendidas por Italia. Roesler reconoce que podría haber imaginado un resultado mejor para los partidos italianos pro-reforma.
Las elecciones italianas al Congreso y el Senado enfrentaban a cuatro candidatos. Proclives a las reformas estaba el propio Mario Monti y el socialista Pier Luigi Bersani. Contrarios a ellas se encontraba el propio Berlusconi, al frente de la coalición conservadora, y el cómico Beppe Grillo, líder del Movimiento Cinco Estrellas, de carácter euroescéptico.
En el Congreso, Bersani ha conseguido la mayoría absoluta. El problema es del Senado, una cámara legislativa con más poder e influencia que su homónima en España, y que contra todo pronóstico ha terminado en poder de Berlusconi. El líder conservador ya ha dicho que podría pactar con Bersani para formar gobierno. Grillo, por su parte, ha quedado como tercera fuerza política del país.
Esta mañana se ha pronunciado sobre los resultados electorales italianos un portavoz de la CDU, que es el partido de la canciller, Angela Merkel. Esta persona ha dicho que "Italia necesita un gobierno en funcionamiento que mantenga el camino de las reformas emprendido por Monti". Mario Monti es el tecnócrata que ha gobernado el país durante el último año y medio.
También ha hecho algunos comentarios el ministro de Economía alemán, el liberal Philipp Roesler, quien ha afirmado que no hay alternativa a las reformas estructurales emprendidas por Italia. Roesler reconoce que podría haber imaginado un resultado mejor para los partidos italianos pro-reforma.
Las elecciones italianas al Congreso y el Senado enfrentaban a cuatro candidatos. Proclives a las reformas estaba el propio Mario Monti y el socialista Pier Luigi Bersani. Contrarios a ellas se encontraba el propio Berlusconi, al frente de la coalición conservadora, y el cómico Beppe Grillo, líder del Movimiento Cinco Estrellas, de carácter euroescéptico.
En el Congreso, Bersani ha conseguido la mayoría absoluta. El problema es del Senado, una cámara legislativa con más poder e influencia que su homónima en España, y que contra todo pronóstico ha terminado en poder de Berlusconi. El líder conservador ya ha dicho que podría pactar con Bersani para formar gobierno. Grillo, por su parte, ha quedado como tercera fuerza política del país.
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