BRUSELAS.- La UE podría ahorrar 250.000 millones de euros anuales entre
2020 y 2030 si se «racionalizara» el consumo energético. Bruselas está
considerando reducir todavía más los gases de efecto invernadero. El
ahorro repercutiría favorablemente en los intereses de los consumidores,
aunque para conseguir estos resultados sería necesario que todos los
países tomaran medidas vinculantes.
Ese es precisamente el aspecto que impide ahorrar un 35 por ciento
del consumo energético actual antes de 2030. Un informe de Ecofys,
publicado por primera vez en 2012, y actualizado este año, muestra que
falta un apoyo suficiente de la Comisión Europea y de los gobiernos
nacionales para conseguir el objetivo de ahorro energético.
Brook Riley, responsable de justicia climática y de la campaña de
energía de Amigos de la Tierra Europa, ha dicho que «las medidas de
eficiencia energética conseguiría ahorros financieros equivalentes al
PIB anual de Dinamarca» y acusa a los gobiernos de «no abarcar el ahorro
de energía a pesar de los beneficios que eso supone». Unos beneficios
que no sólo se deben a recursos más baratos sino también a la creación
de nuevos puestos de trabajo y a unas medidas para combatir el cambio
climático».
Los redactores del informe, que ha contado con la colaboración de «Amigos de la Tierra Europa»
y creen que «la UE debe priorizar urgentemente el ahorro de energía y
fijar los objetivos vinculantes para 2020 y 2030». Dora Petroula,
responsable de políticas de ahorro para la Red Europea de Acción Climática,
ha dicho que «el ahorro de energía puede formar parte de las soluciones
para la recuperación económica de Europa, reduciendo las emisiones de
gases de efecto invernadero y creando puestos de trabajo».
Hace unos días WWF presentaba otro informe en el que destacaba que
«las políticas Post-2020 sobre clima y energía podrían ayudar a la UE a
reducir su factura externa en importación de combustibles fósiles en 573
mil millones de euros y reducir sus emisiones de gases de efecto
invernadero a la mitad».
El informe ‘El camino hacia un futuro 100% renovable en Europa’
demuestra que, para el año 2030, la UE podría reducir su consumo
energético al menos en un 38% en comparación con el escenario Business
as usual (BAU), y generar más del 40% de su energía aprovechando las
fuentes renovables. Con estas dos medidas, Europa reduciría sus
emisiones de efecto invernadero a la mitad de los niveles de 1990.
Según el eurobarómetro casi 8 de cada 10 europeos creen que la lucha
contra el cambio climático puede impulsar la economía y crear nuevos
puestos de trabajo. Además, el 70% de los europeos creen que la
inversión en energías renovables se debe priorizar en los próximos 30
años, en comparación con otras fuentes de energía como el gas no
convencional, la energía nuclear y las plantas de captura y
almacenamiento de carbono.
Según Hector del Prado, miembro de «Amigos de la Tierra España», el
gobierno español no ha dado muestras de llevar a cabo la tansposición de
la nueva directiva de eficiencia pero tampoco ha explicado si dedicará
presupesto a la misma. Para del Prado «no podemos perder esta
oportunidad de ahorro energético y económico».
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