MADRID.- Las dos primeras horas de declaración del profesor universitario Diego Torres, ex socio del yerno del rey de España, han
servido para confirmar su estrategia: según ha relatado a preguntas del
juez, la Casa Real «conocía y amparaba» las actividades del Instituto
Nóos y de las Fundaciones Areté y Deporte, Cultura e Integración social,
sucesoras de la entidad supuestamente sin ánimo de lucro.
Pero además, Torres ha revelado una supuesta conversación
con el abogado de Iñaki Urdangarín, Mario Pascual Vives, en las que el
letrado le habría ofrecido algún tipo de compensación económica a cambio
de su silencio. «No te faltaría de nada», le dijo.
Tras responder a las preguntas del fiscal, se ha negado a
contestar ninguna otra y se ha limitado a leer documentación. Entre esos
supuestos documentos se encuentra un correo eléctronico del Duque de
Palma a algún contacto al que decía: «Por indicación de mi suegro, te hago llegar mi currículum».
Otro de los correos leídos por Torres corresponde a Corinna
Sayn-Wittgenstein, asesora personal del Rey. Iñaki Urdangarín le envió
un email para presidir la Fundación Laurus en España
Torres, según ha explicado, tiene la convicción de que la
Casa Real «conocía y amparaba» las actividades de Nóos, entre otras
razones, por la comunicación constante que se mantenía con el secretario
de las Infantas, Carlos García Revenga, y por la entrevista que mantuvo José Manuel Romero, conde de Fontao, con Iñaki Urdangarín por indicación de Zarzuela. Según Torres, en realidad el enviado de Don Juan Carlos no le pidió que abandonase el Instituto Nóos
y que dejase de tener relaciones comerciales con él y con las
administraciones, sino que se trataría de que no apareciese en primera
línea en las entidades, para que no se le pudiera relacionar con los
negocios.
Hay que recordar que una explicación similar a este
encuentro fue la que dio el propio Urdangarín ante el juez durante su
maratoniana declaración del mes de febrero del pasado año.
Según las fuentes consultadas, Torres «no ha venido a montar el espectáculo, está declarando de forma tranquila y se ve que ha sido bien aleccionado por su abogado, Manuel González Peeters». Eso sí, ha mencionado el nombre de Doña Cristina cada vez que ha tenido ocasión para apuntalar su versión de que estaba al tanto de todo.
También ha sido llamativo el relato de una reunión
celebrada en el Palacio de la Zarzuela en marzo de 2004, a la que
asistieron, además de él, el entonces presidente valenciano Francisco Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá,
junto con Iñaki Urdangarín que hacía las veces de anfitrión. En ese
encuentro se trató de lo relativo al evento Valencia Summit, uno de los
investigados en este proceso.
Además, ha dejado claro que Urdangarín y él tenían la misma
responsabilidad en el Instituto Nóos, y se ha desvinculado de los
trabajos realizados por la Fundación Deporte, Cultura e Integración
Social para Madrid 2016, que de momento ha costado la imputación, entre
otros, a su consejera delegada, Mercedes Coghen. «Eso lo hizo Iñaki con sus empleados, yo solo colaboré en alguna cosa que me pidieron», ha matizado.
Además, ha reconocido que se llevó 900.000 euros de
sus cuentas de Andorra a otras de Suiza, «porque el sistema financiero
de allí me parecía más sólido». Y ha precisado que ese dinero no procede
del Instituto Nóos, sino de unos ahorros.
En cuanto a la documentación aportada este sábado,
del primer análisis parece deducirse que se trata de mensajes entre los
distintos empleados y cuestiones relativas a los distintos convenios,
con poca relación con supuestas cuestiones delicadas que afectarían a la
Casa Real o a alguno de sus miembros.
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