MADRID.- La economía española está abocada a crecer por
debajo del 1,5% durante los próximos diez años si el Gobierno no
aprueba nuevas reformas, según el 60% de los expertos y empresarios del
Consenso Económico de PwC.
El 94% se muestra partidario de que el Ejecutivo ponga en marcha
medidas estructurales que cambien las bases del crecimiento, puesto que
las aprobadas hasta ahora se consideran "meras acciones anticrisis",
según la mayoría.
En concreto, las reformas más urgentes son, por ese orden, la de
la Administración Pública (87%), la de la formación profesional (78%),
la de las políticas de empleo (76%) y la de la energía (71%).
En materia de empleo, los expertos abogan por profundizar en la
reforma del mercado de trabajo. Así, el 50% propone que el coste del
despido sea progresivo en función de la antigüedad y un 43% pide que se
instrumente mediante un seguro de despido que acompañe al trabajador a
lo largo de la carrera profesional.
Además, el 40% cree que convendría unificar todas las figuras
contractuales bajo un esquema de costes de despido homogéneo y el 34%
considera que los trabajadores a tiempo parcial tendrían que poder
compatibilizar su actividad con una prestación por desempleo.
En cuanto a las políticas para aumentar la productividad y la
competitividad, la más demandad es la reforma de la Justicia, que haga
los procesos mercantiles más cortos y menos costosos (62%).
A pesar de todo, por primera vez en muchos trimestres el consenso
refleja una sostenible mejora de las perspectivas sobre la evolución de
la economía española a final de año. De esta forma, aumenta en 46
puntos, hasta el 72%, el porcentaje de expertos que esperan esa mejora
de la actividad, mientras que sólo 27% cree que la economía permanecerá
igual o empeorará.
Estas perspectivas se concretan en una caída del PIB del 0,8% este
año, tres décimas peor que la que mantiene el Ejecutivo como oficial
(-0,5%), pero más optimista que el Fondo Monetario Internacional
(-1,3%), la OCDE (-1,4%) o la Comisión Europea (-1,4%).
Esta mejora de las perspectivas se sustenta en las exportaciones y
en el sector exterior, ya que el 73% de los panelistas espera que las
ventas al exterior aumenten, frente al 29% que creen que seguirá igual o
disminuirán.
El consumo privado, sin embargo, permanecerá estancado, tanto el
de bienes y servicios como el de vivienda para el 96% y el 99% de los
panelistas, respectivamente. La destrucción de empleo, por su parte, se
atenuará un poco, aunque se seguirá viendo un fuerte incremento de los
desempleados en 2013, según el 53%.
En cuanto al déficit, el 57,89% cree que los ajustes por la vía
del gasto son insuficientes y el 56,84% afirma que bajar el saldo
negativo de las cuentas al 3% llevará mucho más tiempo de lo anunciado.
Además, el 55,79% considera que la distribución de los ajustes por
administraciones es excesivamente voluntarista con las posibilidades de
las comunidades autónomas y ayuntamientos, y el 50,53% ve demasiado
optimista el escenario de ingresos planteado por el Gobierno a medio
plazo.
De hecho, más de la mitad ven necesario crear una institución
independiente de la política económica, lo suficientemente independiente
para asegurarse su capacidad para definir los criterios de calificación
para emitir valoraciones, juicios y recomendaciones (nunca vinculantes)
de actuación al Gobierno y al resto de las administraciones. Sin
embargo, más de la mitad no lo ven factible.
En este contexto, va ganando peso la opinión de los panelistas a
favor de que el Banco Central Europeo (BCE) rebaje los tipos de interés
hasta el 0,50% a final de año.
En cuanto a la economía mundial, las perspectivas de expertos y
empresarios mejoran respecto al consenso anterior. En concreto, aumenta
en 15 puntos, hasta el 31%, los que piensan que la actividad global irá a
mejor, aunque sigue habiendo un 63% que considera que permanecerá
inalterable.
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