sábado, 9 de febrero de 2013

La OIT llama a poner fin al trabajo forzoso

GINEBRA.- La Organización Internacional del Trabajo (OIT) llamó hoy sábado a medidas más severas para luchar contra el trabajo forzoso, que cobra 21 millones de víctimas en el mundo. Se trata de 11,4 millones de mujeres y niñas y 9,5 de hombres y niños obligados a ejercer trabajos que no pueden abandonar, atrapados en la servidumbre por deudas, martirizados por la trata con fines de explotación sexual y hasta personas que nacen en esclavitud.

Un informe de la OIT destaca que la necesidad de disuadir a posibles malhechores está ampliamente reconocida, pero hacen falta mayores esfuerzos para identificar los casos de trabajo forzoso y prevenir esos crímenes.

Alrededor de 19 millones de esas víctimas son explotadas por individuos o empresas privadas y más de dos millones por el Estado o grupos rebeldes, cita esa institución.

Los esfuerzos para prevenir, identificar y llevar a juicio a los responsables son con frecuencia insuficientes, a pesar de las buenas prácticas de algunos países, afirma la OIT en el documento.

El texto fue preparado para la reunión de expertos sobre el trabajo forzoso en representación de gobiernos, trabajadores y empleadores que se llevará a cabo entre el 11 y el 15 de febrero de 2013.

Sus autores precisaron que en algunos países todavía existen vestigios de esclavitud, donde esas condiciones son transmitidas antes del nacimiento a individuos que son obligados a laborar sin recibir algún pago.

Los trabajadores domésticos, en su mayoría mujeres y niñas, con frecuencia son víctimas de prácticas abusivas por parte de los empleadores, como falta de salarios, privación de libertad y abuso físico o sexual, significaron.

El informe advierte que la trata de seres humanos, incluyendo los menores, con fines de explotación laboral o sexual podría incrementarse en el futuro como consecuencia de la creciente movilidad laboral.

Otro mal denunciado por la OIT es la imposición sistemática de trabajo forzoso por parte del Estado, que aunque ha disminuido en todo el mundo y desaparecido en muchos países, aún representó en 2012 el 10 por ciento de las casi 21 millones de víctimas de ese flagelo.

Asimismo advirtió que aunque la mayoría de las naciones adoptó una legislación para penalizar tales prácticas, la sanción no siempre es lo suficiente ni disuasiva. En algunos ocasiones se limita a multas o a penas de prisión demasiado breves, señaló.

La OIT considera que el trabajo doméstico, la agricultura, la construcción, la manufactura y el entretenimiento están entre los sectores con mayor presencia de trabajo forzoso.

Mientras, los migrantes y los pueblos indígenas son especialmente los más vulnerables.

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