RÍO DE JANEIRO.- La ciudad de Río de Janeiro espera acoger a seis millones de turistas
durante los festejos del Carnaval 2013, la fiesta más popular de
Brasil.
Este número representa 700.000 visitantes más que el pasado año cuando
se reunieron en esta ciudad 5,3 millones de turistas, señalaron
autoridades de la Prefectura de Río.
La cifra de grupos artísticos también será mayor en esta ocasión, de 425 registradas en 2012 ahora desfilarán 492, lo cual constituye otra nueva marca para esta afamada urbe, distinguida por sus celebraciones en el presente mes.
La terminal portuaria de Pier Mauá anunció que el domingo próximo llegarán ocho cruceros, con 36.000 turistas extranjeros, lo cual significará una inyección monetaria de unos 11 millones de dólares.
Entre mañana sábado y el martes venidero se estima que arriben por Pier Mauá 66,5 mil vacacionistas, todos para participar en el Carnaval, revela un comunicado de la terminal portuaria.
Para recibir esta avalancha de personas, se reforzó el personal y la seguridad, así como se estableció un cronógrama para el desembarque, con miras a evitar la aglomeración de miles de ciudadanos, indica la nota.
La Prefectura municipal distribuyó 16.200 baños químicos, 1.500 más que el pasado año, así como se instalaron 140 colectores de basura para garantizar la limpieza en esta festividad.
La empresa de Turismo de Río de Janeiro (Riotur) informó por su parte que el 95 por ciento de las habitaciones de los hoteles de esta urbe fueron reservadas con antelación.
El presidente de Riotur, Antonio Pedro Figueira de Mello, señaló que quien busque hoy una habitación de cuatro estrellas en Río deberá pagar unos dos mil dólares por noche.
Si el visitante quiere algo más exclusivo, un hotel cinco estrellas con transporte incluido al Sambódromo (conjunto arquitectónico destinado a los desfiles de las escuelas de Samba) el valor puede llegar a los siete mil dólares, subrayó.
Figueira de Mello reconoció que existe una excesiva alza de los precios, pero aclaró que la alta demanda de habitaciones genera esta situación, la cual -dijo- volverá a la normalidad tras el carnaval.
Para los brasileños, Río no es su el único destino preferido, pues en estos días se trasladan a Bahía, Recife y otras ciudades, donde las fiestas son también una celebración pública llena de color y alegría.
La cifra de grupos artísticos también será mayor en esta ocasión, de 425 registradas en 2012 ahora desfilarán 492, lo cual constituye otra nueva marca para esta afamada urbe, distinguida por sus celebraciones en el presente mes.
La terminal portuaria de Pier Mauá anunció que el domingo próximo llegarán ocho cruceros, con 36.000 turistas extranjeros, lo cual significará una inyección monetaria de unos 11 millones de dólares.
Entre mañana sábado y el martes venidero se estima que arriben por Pier Mauá 66,5 mil vacacionistas, todos para participar en el Carnaval, revela un comunicado de la terminal portuaria.
Para recibir esta avalancha de personas, se reforzó el personal y la seguridad, así como se estableció un cronógrama para el desembarque, con miras a evitar la aglomeración de miles de ciudadanos, indica la nota.
La Prefectura municipal distribuyó 16.200 baños químicos, 1.500 más que el pasado año, así como se instalaron 140 colectores de basura para garantizar la limpieza en esta festividad.
La empresa de Turismo de Río de Janeiro (Riotur) informó por su parte que el 95 por ciento de las habitaciones de los hoteles de esta urbe fueron reservadas con antelación.
El presidente de Riotur, Antonio Pedro Figueira de Mello, señaló que quien busque hoy una habitación de cuatro estrellas en Río deberá pagar unos dos mil dólares por noche.
Si el visitante quiere algo más exclusivo, un hotel cinco estrellas con transporte incluido al Sambódromo (conjunto arquitectónico destinado a los desfiles de las escuelas de Samba) el valor puede llegar a los siete mil dólares, subrayó.
Figueira de Mello reconoció que existe una excesiva alza de los precios, pero aclaró que la alta demanda de habitaciones genera esta situación, la cual -dijo- volverá a la normalidad tras el carnaval.
Para los brasileños, Río no es su el único destino preferido, pues en estos días se trasladan a Bahía, Recife y otras ciudades, donde las fiestas son también una celebración pública llena de color y alegría.
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